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Buena Vida
Jorge Barcia, le devuelve la sonrisa a mujeres maltratadas
El odontólogo inició una campaña que reconstruye, de manera gratuita, las piezas dentales que muchas víctimas de violencia intrafamiliar han perdido
P ara muchas mujeres, el odontólogo Jorge Barcia es un superhéroe sin capa. Aunque no tiene el martillo de Thor o la velocidad de Flash, sus superpoderes están en la empatía y en los instrumentos que utiliza para devolverles la sonrisa a aquellas víctimas de violencia intrafamiliar que han perdido sus piezas dentales. Son muchos los casos de mujeres maltratadas que llegan a su consultorio, unos más brutales que otros.
Hay ocasiones en que las pacientes no cuentan su tragedia, pero la experiencia ha llevado a Barcia a detectar el daño que tratan de ocultar, convirtiéndose incluso en su confesor. En los 15 años que tiene como profesional, gracias a la Odontología ha podido conectar la sonrisa con esa alegría que muchas mujeres daban por perdida.
Ante eso, el 24 de noviembre pasado, en el Día Internacional de la No Violencia inició la campaña Que nada te impida sonreír, la que todavía se mantiene y tiene como fin reconstruir las piezas dentales para devolverles no solo la sonrisa, sino además la autoestima.
Cómo así un odontólogo realiza campañas en contra de la violencia de género.
No hay una profesión para hacerlo, todos deberíamos alzar nuestra voz por un tema de humanidad y empatía. Cuando vemos estos casos de maltrato observamos, además, el impedimento al sonreír. No necesito ser odontólogo para levantar mi voz y de no tener esta profesión igual lo haría para ayudar a las personas en esta situación. Si un odontólogo puede ser de ayuda o de bendición en la vida de alguien, aquí estoy para servirles.
De qué manera asume usted todo el tratamiento de la paciente agredida.
No siempre se trata de un mismo tratamiento. En un escenario donde no hay piezas dentales hay muchas maneras de rehabilitarlas y la intención es que el consultorio como tal asuma una postura de ayudar sin importar cualquiera que sea el tratamiento. Al final el objetivo es devolverle la sonrisa y no solo la pieza dental. Imagínese que le faltan una o dos, pero la sonrisa no es tan bonita, la gente quiere sonreír de forma libre. La sonrisa se vuelve como un anhelo para las personas. Devolvemos alegría.
La ayuda siempre va dirigida a mujeres que han sido violentadas.
Las mujeres en su gran porcentaje que pierden sus piezas dentales es por traumatismos o agresión física.
Todos esos casos le ha tocado descubrirlos en su consulta.
Sí, en la consulta, y de hecho, hay momentos en los que la confianza es tan grande que esa paciente se vuelve una amiga. Incluso he logrado identificar cuando tratan de ocultar la verdad, pero uno percibe lo que es un golpe en la articulación, sabe cuando hay una desviación congénita o un problema de otra índole que va más allá de una agresión. En el caso de los golpes se los detecta de inmediato.
Hace cuánto tiempo inició la labor de devolver alegría.
Silenciosamente tenemos mucho tiempo. A las mujeres de escasos recursos les hago el trabajo gratis. Me buscan y me lo dejan saber. Al tener una exposición en redes sociales donde hablo de temas espirituales, de Dios, eso creo que hace que la gente se sienta con la confianza de escribirme o hacerme una petición y llegan. Hay un montón de mensajes y fotos donde me cuentan historias. Tengo tantas que hasta el corazón se me hace chiquito.
Cuál es el caso más fuerte que le ha llegado.
Tengo la historia de una mujer que recibe maltratos desde los 13 años, es de la Sierra. Su conviviente la persiguió con un bate, le desfiguró la cara, perdió todos los dientes. Son casos desgarradores, cosas que uno ni se imagina que existen y todo me llega por las redes. Me dijo que algún día espera venir para conocerme y conversar. Las puertas están abiertas. A veces resulta difícil porque uno quiere ayudarlas a todas, pero hay limitantes económicos.
De qué depende su decisión para ayudar a una mujer.
Trato de usar filtros, preguntarles la edad, su estado civil, su condición de vida, hijos, trato de entender primero su realidad y voy llegando al punto de decir que a tal persona la puedo ayudar. Pido imágenes, que me cuenten qué pasó. Luego le digo “la espero en mi consulta”. Una vez que la tengo conmigo llego a una realidad y trato de ser lo más justo posible en temas de decisiones. A veces tengo varias pacientes y me toca evaluar cuál es el caso más complicado o difícil y ahí escoger.
De todas las agredidas cuál fue la más difícil que escogió.
Fue con una paciente que no tenía prácticamente pómulo o zona malar. Lo tenía hundido y tuvimos que hacer un levantamiento de seno maxilar para poder ponerle una prótesis. Se le hizo una regeneración ósea. Aquí trabajamos en equipo, soy él director de este centro, pero cuento con odontólogos que están prestos en tema de ayuda social. Sin lugar a dudas fue uno de los más complejos que hemos visto y era una adulta mayor que era golpeada no solo por su expareja, sino también por uno de sus hijos.
Cuál es el valor de un tratamiento dentro de su labor social.
En promedio puede variar desde 500 dólares, o por citar el caso de la señora que le reconstruimos el malar, de 4 mil a 4.500 dólares.
Hasta cuándo piensa seguir con esta campaña.
Hasta que Dios me lo permita y continuar por donde Él nos guie. La intención es encontrar gente que quiera ayudar. Podemos llegar sin fines de lucro a ayudar a más personas con un equipo que se sume. Hay gente de afuera que no conozco, como psicólogos, parvularios, cirujanos plásticos, que se han unido, y otro tanto que está en una base de datos.
Muy personal
Qué le saca sonrisas.
Saber que alguien sabe que Dios no se ha olvidado de ella o de él.
Con cuánta frecuencia sonríe.
Paso sonriendo todo el día.
Qué le quita la sonrisa.
Que mis hijos estén tristes, sentirme impotente ante un maltrato. sobre todo contra un débil, me pongo mal, me descontrolo.
Quién cuida sus dientes.
Mi madre, ella es odontóloga, al igual que mi hermana.
Su superhéroe favorito.
Batman, porque sin tener superpoderes hace cosas buenas.
Más de él...
- Guayaquileño, de 39 años.
- Antes de tener su consultorio, era el ayudante de su mamá.
- La obra social la inició desde joven arreglándole los dientes a las vendedoras de flores.
- Su esposa Soledad Castilla, quien es cosmetóloga, es la vocera de la campaña contra el maltrato a la mujer. Trabajan juntos en el centro odontológico.
- Tienen tres hijos.
- Posee una colección de 200 figuras de superhéroes.