Andrew Wardle se sometió a una operación para implantarse un pene biónico.

Andrew Wardle, un británico, de 45 años, nació sin pene a causa de una mal formación congénita, por lo que decidió someterse a una a una intervención quirúrgica intensiva para implantarse uno biónico.

La operación, realizada en el Hospital Universitario de Londres, costó al hombre más de 65.000 dólares y duró 10 horas. El complejo mecanismo del nuevo miembro viril de Wardle necesitó de la piel de su brazo, área que a su vez fue cubierta con piel de su glúteo.

Para que funcione se le incorporó un depósito de agua salina en el abdomen, que rellena un cilindro dentro del pene. De esta manera, activando el mecanismo con una bomba eléctrica dentro de su cuerpo, puede mantener relaciones sexuales.

Tras el periodo de recuperación, que duró alrededor de seis semanas, Wardle finalmente pudo perder su virginidad y tener sexo con su novia.

Una vez terminado el acto, el hombre presentó fiebre y empezó a vomitar. Sin embargo, no se alarmaron: la pareja creyó que se trataba de alguna enfermedad viral.

Una semana después de que se presentaran los extraños síntomas, su compañera lo encontró desmayado en el suelo y lo llevó hasta un centro de salud, donde permaneció en coma durante cinco días.

El relacionista público de Wardle, Barry Tomes, le dijo a Mail Online: “Ha sido bastante aterrador. La mayor preocupación era que el daño haya sido causado por tener relaciones sexuales. Pero cuando fue atendido se dieron cuenta que era un problema con la vesícula biliar”, señaló Tomes.

Posteriormente, le realizaron una cirugía laparoscópica y el británico se recuperó satisfactoriamente.