Frank Tavares es un hombre dominicano con una historia única y conmovedora. Durante 22 años, vivió como monja en un par de conventos de Santo Domingo, siendo criado por religiosas que lo identificaron como Sor Margarita. Su vida estuvo marcada por la confusión de su identidad de género y la búsqueda de aceptación en un mundo que lo veía como una mujer, cuando en realidad, era un hombre.

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Cuando Tavares tenía apenas 4 años, perdió a sus padres en un trágico accidente de tránsito. Debido a la incapacidad de sus abuelos para hacerse cargo de él, por falta de recursos, fue entregado a un convento. Fue allí donde las monjas, aparentemente confundidas por los genitales del niño, lo tomaron por una niña y lo criaron como tal, bajo el nombre de Sor Margarita.

Vivía como Sor Margarita

A pesar de la confusión inicial, Tavares se adaptó a la vida en el convento. Creció participando de las rutinas religiosas y fue aceptado como una monja más, siguiendo todas las enseñanzas y prácticas del lugar. Sin embargo, a medida que fue creciendo, su identidad comenzó a ser un desafío, ya que se dio cuenta de que sus sentimientos no se correspondían con lo que había sido enseñado a creer sobre sí mismo.

Al llegar a la adolescencia, Tavares comenzó a sentir atracción por las mujeres, lo que lo llevó a cuestionar su identidad. Fue entonces cuando consultó a un médico, quien le reveló que, en efecto, su género era masculino. Esta revelación fue un golpe duro para él, ya que siempre había creído que era una mujer. No obstante, a pesar de esta verdad, Tavares decidió seguir viviendo como monja, fingiéndose menstruante y usando ropa interior femenina tipo pantalones.

Sin embargo, el secreto de Tavares no tardó en descubrirse. El chisme de que Sor Margarita era, en realidad, un hombre comenzó a circular entre las monjas. Además, Tavares se enamoró de una compañera monja, lo que empeoró aún más su situación. Cuando la superiora del convento se enteró de su romance, lo expulsaron. A pesar de la humillación y el rechazo, Tavares no se rindió y logró ser aceptado en otro convento.

Un nuevo amor y otro desenlace trágico

Fue en este nuevo convento donde conoció a Silvia, a quien consideró el amor de su vida. Sin embargo, en 1979, la relación fue descubierta y Tavares fue nuevamente expulsado del convento. Durante ese tiempo, Silvia le había revelado que estaba embarazada, pero desde entonces Tavares nunca volvió a saber nada de ella.

Tras ser expulsado, Tavares dejó atrás la vida religiosa y se dedicó a la costura. Aunque su vida tomó un giro inesperado, nunca olvidó su experiencia en el convento. Recientemente, Frank Tavares compartió su historia en el libro ‘La monja desvestida’, donde relata su vida, los desafíos que enfrentó y cómo se reconciliaron sus sentimientos de identidad con su realidad.

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