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Buena Vida
Hombre se casó con muñeca de trapo y espera un tercer hijo
Colombiano no quiere quedarse solo y por ello creó su familia con una novia de trapo; incluso han simulado tres partos con médicos que no existían.
Cristian Montenegro no ha superado a Natalia Ortiz, su novia de trapo con la que inició una relación en 2022.
Aunque intentó tener una novia de carne y hueso a finales del año pasado, al colombiano de 27 años no le salieron bien las cosas con Abigail. Por ello, tomó la decisión de regresar con su novia de trapo.
Pero las cosas, durante este lapso, han llegado a otro nivel. El hombre aseguró que no se podía quedar solo y de su imaginación empezó a brotar un cuento en el que solo él es capaz de vivir.
A partir de febrero de este año, Cristian volvió a las redes sociales y contó que estaba a la espera de un tercer hijo con Natalia.
Sus hijos son muñecos y la situación ha llegado al punto que Cristian creó un perfil de redes sociales para Natalia, en el que su descripción es: “Yo y mi príncipe Cris (sic)”.
Según entrevistas en diversos medios colombianos, Adolfo Daniel tiene siete años y Leidy María, cuatro. Ambos son de trapo. El tercer hijo está en gestación.
“Algunas mujeres solo se aprovecharon de mí. Les interesaba los gastos que tenía con ellas”, comentó el hombre.
Incluso, mencionó que cuando era niño, sus compañeros de clase le hacían bullying debido a que siempre permanecía solo.
Citas inéditas
En redes sociales, se ha vuelto viral las fotografías de esta parejita bien ‘rayada’, dado que la familia viaja en autobuses y él separa un asiento para que ella no tenga que viajar de pie.
La maquilla, le pone ropa interior y también ella luce con diferentes ‘outfits’. Asimismo, lleva a Natalia a restaurantes y compra comida para ambos.
El tema ha dado de qué hablar en internet. Muchas personas aseguran que Cristian tiene un problema mental y que simplemente busca ganar fama y dinero.
Por otra parte, algunos expertos colombianos analizaron el caso y mencionaron que se trataría de un caso de ‘objetofilia’, el cual se basa en sentir atracción emocional y física hacia un objeto.
Sin embargo, la ‘objetofilia’ no se trata como un trastorno mental.