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Referencial. El consumo de tabaco luego de comer provoca malestares gástricos.Internet

¿Por qué es tan peligroso fumar después de comer?

La costumbre de fumar después de comer obedece a un fenómeno psicológico llamado plasticidad neuronal.

Médicos afirman que fumar es perjudicial para la salud. Además de ocasionar problemas a los pulmones, está asociado con hábitos alimenticios como fumar después de comer para sentirse ’livianito’.

Para el doctor en medicina general Marco Barros, el abuso del tabaco —cuando se ha terminado de comer— puede convertirse en un factor que desencadene el “agravamiento de dolores estomacales”. Es decir, que el consumir tabaco es un potente tóxico que impide al cuerpo asimilar algunas sustancias alimenticias para el buen funcionamiento del sistema digestivo. “Cada vez que alguien aspira un cigarrillo, parte del humo accede no solo a los pulmones sino en gran parte de vías aéreas del organismo incluido el estómago”, dice.

Según el especialista, estas sustancias pueden llegar al estómago a través de la saliva y provocar alteraciones que desarrollen anomalías como malestares gástricos o dispepsias severas.

“Una de las patologías estomacales que puede verse afectada con un mayor impacto es la gastritis”, resume el doctor, ya que la nicotina del tabaco genera, además de la adicción, un aumento de la producción del ácido clorhídrico que, a su vez, tiende a presentarse en forma de irritación estomacal.

El médico cuenta que este proceso —el de fumar con el estómago lleno— es peligroso. “En un primera instancia, puede generar el llamado reflujo gastroesofágico y es posible que tienda a crearse un tipo de cáncer bastante peligroso”, dice.

Mediante el consumo de tabaco, la aparición de úlceras están a “flor de piel”, ya que fumar disminuye las defensas tanto del estómago como del duodeno. “Las úlceras son pequeñas heridas que pueden llegar a producir diferentes tipos de molestias en la zona como el dolor de estómago después de ingerir alimentos”, explica.

El doctor en psicológica, Xavier Narváez Piedrahita, reconoce que el hábito de fumar después no es bueno por las múltiples enfermedades que puede acarrear. Pero básicamente, esta costumbre obedece a un fenómeno llamado plasticidad neuronal.

“La plasticidad neuronal se da en respuesta a demandas fisiológicas o daños del tejido nervioso. Además, participa en la formación de la red neuronal durante el desarrollo y la adquisición de nuevos comportamientos motores que llevamos a cabo durante nuestra vida”, explica.

A lo que se refiere Narváez es que cuando una persona se ha acostumbrado a fumar después de la ingesta de alimentos, crea un patrón en la mente modifica sus neuronas para la aceptación del humo del tabaco en su organismo; de tal forma, que una vez la nicotina está dentro del estómago, provoca la relajación de los sentidos.

“Las personas que fuman después de comer normalmente lo hacen para sentirse relajados y no dormirse. Hablando en el sentido psicológico, el fumador le da al acto fe fumar la intención que requiere porque su fisiología se adapta a lo que la mente le reclama”, dice.

En resumen, el experto expresa que la plasticidad neuronal es un proceso que permite al cerebro seguir siendo flexible para permitir una mejor adaptación a las condiciones del entorno. Es decir, que así mismo como una persona puede fumar después de comer, lo puede hacer antes.

“Hay fumadores que consumen tabaco inmediatamente después de levantarse. Estos presentan niveles más altos de NNAL —un carcinógeno específico del tabaco— en su sangre, que los fumadores que esperan media hora o más después de despertarse, independientemente de cuántos cigarros fumen al día”, menciona Narváez.

Estas reacciones dice el profesional son provocadas por la creación de la plasticidad neuronal, la cual indica cuál es el momento en que el fumador debe hacer una ’pitada’ para empezar el día. “Las personas que fuman apenas abren los ojos son los que más propensos al cáncer oral y estomacal. Al no tener nada en su estómago puede provocarles una cirrosis severa”, exhorta.

Los profesionales aconsejan en dejar los hábitos de fumar para poder disfrutar de una vida plena. Sin embargo, Xavier Narváez recomienda lo siguiente:

- Decir cuándo quiero dejar el cigarrillo

Esto es fundamental ya que el tabaco crea una dependencia física, socia y psicológica. Por eso es preferible poner ese plazo en dos semanas.

- Contar con la familia y amigos

Es importante buscar el apoyo de las personas del entorno para conseguir llegar a la meta. En el caso de que una persona quiera dejar de fumar y su pareja sea fumador hay que hacer el intento a la vez para tener más probabilidades de éxito.

- Bloquear todo lo relacionado a fumar

Antes de dejar de fumar hay que retirar todo lo que esté relacionado con el tabaco: cigarros, ceniceros; incluso hasta la música que uno escucha.

- Analizar los intentos previos

El exfumador debe repetir lo que le funcionó en el intento anterior y evitar lo que le perjudicó y analizar la relación cuál es su relación actual con el tabaco.

- Abstinencia total

- Ayuda médica

El tratamiento farmacológico y médico puede ayudar a dejar de fumar, aunque no está recomendado en jóvenes y embarazadas.