“Qué rico, sabe igual al que preparaba mi abuela. Me parece bien mantener las tradiciones”, expresó emocionada Águeda Yagual al saborear una porción de natilla de maíz en la comuna El Palmar, de la parroquia Colonche, en la provincia de Santa Elena, donde se efectuó el décimo primer festival del tradicional dulce.

Cada año, el 3 de noviembre los pobladores realizan el evento para promocionar la gastronomía ancestral del lugar y resaltar el trabajo agrícola con la siembra y cosecha de maíz.

El dulce lo preparan con las recetas de antaño. “Utilizamos los mismos ingredientes de los antiguos y se cumple con todo el proceso como ellos lo hacían. Hasta el cocinado se lo hace con leña”, explicó Elizabeth Gonzabay.

En estos meses se cosecha abundante maíz en la Península y eso abarata los costos del ingrediente principal. La leche la obtienen de manera directa del ganado vacuno.

El proceso de elaborar natilla toma aproximadamente diez horas. El maíz se cocina con cal por una hora, hasta que el grano se ablande, y después se lo lava y muele. El producto se exprime y el líquido lo cocinan con la leche, canela, clavo de olor y azúcar.

Cuando el líquido ha espesado, se lo coloca en pequeños recipientes hasta gane consistencia. El resultado es similar a la gelatina, pero no necesita refrigeración. En ese momento ya está listo para servir.

“Todo el proceso es artesanal y por eso se resalta la labor de las mujeres comuneras y sus saberes ancestrales”, comentó Luis Segovia, edil de Santa Elena y coordinador del evento, que contó con el respaldo del ente municipal.

Alrededor de dos mil personas degustaron del dulce. Unos lo acompañaron con colada morada y otros con ensalada de frutas.