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Gastronomía
Carolina Gálvez lleva su arte culinario a la web
La expresentadora Carolina Gálvez está encantada con su nueva pasión. Extraña los medios, pero recorrer ‘huecas’ y compartir recetas es lo suyo.
Han pasado cuatro años desde que Carolina Gálvez dejó la televisión. Pese a que siempre le gustó estar frente a las cámaras, el embarazo de su segundo hijo la hizo ordenar sus prioridades.
“Estaba en mi mejor momento. Llegué al sitio en el que cualquier reportera quiere estar. Estaba presentando el programa de la mañana, pero mi familia me necesitaba”, dice.
Aunque existen momentos en los que añora estar en televisión, hoy -con tres retoños- encontró en la gastronomía una nueva pasión.
Desde finales de 2019, Carolina se convirtió en una Foodie Vlogger (creadora de contenidos del arte culinario) y está enamorada de lo que hace.
Aunque tardó un par de años en materializar el proyecto, hoy su canal de YouTube alcanza los 20 mil seguidores. Parte de sus videos los graba recorriendo restaurantes de la capital. “Voy a ‘huequitas’ y también a lugares elegantes. Siempre les digo a mis seguidores que mi paladar es súper abierto a los sabores. Quizá a mí me gusta un platillo y a otras personas no”.
Algo que quiere mostrar en sus contenidos son también las historias de los personajes que están detrás de los platos.
Reconoce que le encanta el cerdo, Las picanterías de Checa, en el oriente de Quito, en las que venden fritada, son su parada obligatoria.
“Una vez hice un video de un lugar de fritadas en el que me trataron muy bien. Me sentí como cuando uno llega a la casa de la abuelita. Desde la calle uno puede ver lo que venden y siempre te ofrecen una probadita”, refiere.
Aunque uno de los sitios que más ha llamado su atención es un restaurante en Tumbaco, en el que hacen cocina de autor.
Sus dueños, que buscan una Estrella Michelin (reconocimiento internacional de alta cocina ), se mudaron desde Nueva York, Estados Unidos, con el sueño de hacer platillos gourmet, pero económicos. “Me decían que en el país la materia prima es barata y de calidad. Además, durante la pandemia hasta hicieron sus propios muebles para el local”.
A la cocina
Todo iba bastante bien con el canal hasta que el coronavirus frenó los recorridos gastronómicos. En ese momento, Carito -como la llaman sus seguidores- decidió meterse a la cocina y preparar recetas súper elaboradas, pero de una forma sencilla y artesanal. El resultado duplicó sus seguidores y potenció sus otras redes sociales.
Hoy, que poco a poco se normalizan las actividades, ha vuelto a grabar las visitas a los restaurantes. “Pruebo primero los platos, cuando no me gustan les doy consejos para mejorar. Con los sabrosos hago los videos”.
Sobre los sabores, Carito reconoce que no le gusta el huevo. Por eso, en un lugar de platillos con verde apenas le dio una probadita al tigrillo. “Fue un poquito y para mí estaba horrible”, concluye.