La revista médica británica The Lancet difundió hace unos días los resultados de un artículo científico en el que investigadores describen al que sería el primer caso confirmado de un perro infectado con el virus de la viruela del mono. Según la publicación, el can pudo haber adquirido la enfermedad a través de la transmisión humana.

El artículo que fue recogido por la revista veterinaria Animal’s Health asegura que el can era la mascota de dos hombres que el pasado 10 de junio asistieron al Hospital Pitié-Salpêtrière, en París, Francia, luego de presentar ulceraciones anales, 6 días después de tener relaciones sexuales con otras parejas.

En uno de los pacientes, dicha herida fue seguida por erupción en la cara, orejas y piernas; mientras que en el otro estaban en las piernas y la espalda. En ambos casos se presentó cansancio crónico, cefalea y fiebre.

A los 12 días del inicio de los síntomas su perro de raza lebrel italiano, macho, de 4 años de edad y sin antecedentes médicos previos, presentó lesiones mucocutáneas, incluyendo pústulas en el abdomen y una fina ulceración anal. Tras los exámenes, el animal dio positivo para el virus de la viruela del mono mediante el uso de un protocolo de PCR. El animal mostró una homología de secuencia del 100 % del virus, el mismo que infectó a uno de los pacientes.

Aislamiento

Respecto a este caso, la veterinaria y máster en clínica canina Carlota Macas indica que “con estos resultados serían los humanos quienes le transmitieron la enfermedad al perro por contacto directo, aunque hasta el momento no hay reportes de que sea lo contrario (perro a humano), tampoco se habla de la existencia de gatos contagiados”.

Agrega la especialista que en estos casos lo recomendable es el aislamiento de la persona, tal como ocurrió con el virus de la COVID-19 para evitar contagiar a otras personas y a las mascotas.

Los autores del estudio también consideran que se debería impulsar el debate sobre la necesidad de aislar a las mascotas de las personas positivas al virus de la viruela del mono y hacen un llamamiento para una mayor investigación sobre las transmisiones secundarias a través de mascotas.

A esta petición también se suma el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) al recomendar que las personas contagiadas se mantengan aisladas de otras, hasta que las costras de sus lesiones cutáneas se caigan. Además, aconsejaron que las mascotas de estos pacientes guarden cuarentena para evitar que se transmita a otros animales.

Más cautela

Por su parte, el infectólogo Dr. Washington Alemán dijo no poder hablar de una confirmación, porque requiere de mayores investigaciones para poder garantizar esta forma de transmisión. “Espero que en los estudios también se incluya lo que dice la OMS y otras entidades de la Salud a nivel mundial, por ahora, debo ser muy cauto”, sostuvo.

Andrea Ammon, directora del el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, explica que la probabilidad de contagio para la población en general “es muy baja”, y que las personas con el riesgo más elevado de contraer la viruela del mono son aquellas que suelen tener relaciones sexuales con múltiples parejas.

En el caso del perro infectado sus dueños informaron que dormían juntos con el can, pero aseguraron que habían tenido cuidado de evitar que el animal entrara en contacto con otras mascotas o humanos desde el inicio de sus propios síntomas, es decir, 13 días antes de que el perro comenzara a presentar manifestaciones cutáneas.

El 23 de julio, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró a la viruela del mono como una emergencia de salud pública de importancia internacional.

La transmisión de humano a humano del virus generalmente ocurre a través del contacto cercano con las lesiones, los fluidos corporales y las gotitas respiratorias de personas o animales infectados.

Igualmente, afirman que se está investigando la posibilidad de transmisión sexual, ya que el brote actual parece estar concentrado en hombres que tienen sexo con los de su mismo género y se ha asociado con lesiones anales y genitales inesperadas.

El Dr. Alemán recalca que la actividad sexual predispone al riesgo, “pero hay que dejar claro que no es de transmisión sexual, que la favorece, sí. Tampoco es una enfermedad exclusiva de los gais, aunque son el primer grupo afectado. Esto se transmite por roces prolongados, sobre todo por la actividad sexual”, explica el infectólogo.

Actualmente se desconoce si los perros y gatos domésticos podrían ser un vector del virus de la viruela del mono, pero se están dando pasos en la materia.