Comer saludable, hacer ejercicio y evitar el alcohol y el tabaco son recomendaciones comunes para un corazón sano. Algunos especialistas creen que estas son la única clave, mientras que otros consideran formas de prevención poco convencionales.

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El cardiólogo Erwin Téllez sostiene que no hay tratamientos alternativos, como la terapia con mascotas o la aromaterapia, que prevengan enfermedades cardíacas en personas saludables. Téllez destaca que “estas enfermedades tienen un componente hereditario”.

Por eso, recomienda chequeos médicos anuales para quienes tengan antecedentes familiares de hipertensión, infartos o enfermedades cardiovasculares.

Además, señala que las terapias alternativas para reducir el estrés pueden ser beneficiosas para quienes tienen familiares con problemas cardíacos. “Cualquier medida que reduzca el estrés es útil”, afirma.

El cardiólogo Santiago Domínguez sostiene que la reducción del estrés emocional constituye el 50 por ciento de la prevención. “No hay manuales que indiquen cómo manejar el estrés, pero es crucial evaluar qué situaciones son realmente graves”, aconseja.

Domínguez también recomienda actividades que disminuyan las “presiones emocionales” como parte de una estrategia preventiva. Para él, las enfermedades cardiovasculares deben considerarse un problema de salud pública, ya que son la principal causa de muerte en el país. “La prevención es fundamental, porque cada vez más especialistas están tratando enfermedades que podrían haberse evitado”.

El doctor Deivi Zambrano, especialista en anatomía patológica, resalta los beneficios de la actividad sexual para el sistema cardiovascular. Según él, tanto las relaciones íntimas como el auto placer, reducen el estrés.

Zambrano coincide con Domínguez en que esto previene afectaciones en el corazón, aunque advierte que “hay que tener en cuenta ciertos parámetros”, ya que obsesionarse con la masturbación o la pornografía podría ser dañino.

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Pese a que puede ser un mito, los tres médicos consultados coinciden en que una copita diaria de vino tinto es saludable gracias a los flavonoides, aunque prefieren no recomendarlo, ya que las personas podrían llevar esta recomendación al exceso.

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