Amelie, una niña de tres años, mordió solo la mitad de una gomita, según su madre. Nunca se imaginaron que ese pequeño mordisco obstruiría las vías respiratorias de la niña, causando un daño que le quedaría de por vida: tetraplejia.

(Lea también: Heroísmo en Guayaquil: Daniel Medina, el conductor que desafió el caos)

Este incidente tuvo lugar en California, Estados Unidos. La enfermedad que la niña contrajo debido al caramelo que consumió es una forma de parálisis,  que resultó en la pérdida total o parcial del uso de las cuatro extremidades y del torso.

Cuando la familia llegó al hospital, los médicos se vieron obligados a utilizar una máquina para extraer la gomita, lo que condujo a un procedimiento que provocó una grave falta de oxígeno para la menor. Esto desencadenó en daño cerebral irreversible y cuadriplejía espástica.

La familia presentó una demanda contra Candy Land Gummy Dot, alegando que los caramelos bajo de su empresa no vienen con suficientes advertencias.

“Esos dulces resultaron ser una verdadera bomba de tiempo. Estamos decididos a buscar justicia para esta niña que, en un tiempo, era vibrante y próspera, pero que ahora enfrenta una discapacidad permanente. Incapaz de hablar, tragar y moverse, su vida ha cambiado para siempre”, declaró Thomas Bosworth, el abogado representante de la familia de la menor.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!