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¡Ni espadas ni ejércitos! Mira cómo rebatir a los antivacunas
Aunque la autoridades se desgañitan llamando a las personas a vacunarse contra la COVID, aún hay mucha gente que no lo hace. Aquí verás algunos argumentos científicos que 'desarman' a los 'contreras'
¿Cómo hacer que la totalidad de población se vacune y evitar más muertes? ¿Cómo pueden los expertos en salud pública y los políticos convencer a la gente reacia a inmunizarse contra la Covid-19? Son las grandes preguntas del momento en Ecuador y en muchos países.
El panorama pinta complicado. Tratar de persuadir a algunas personas a que se 'chucen', para combatir efectivamente la pandemia parece una quimera. El Ministerio de Salud Pública apunta a que algo así como el 26,8 por ciento de la gente no ha recibido el biológico en nuestro país; y de ese mismo porcentaje, muchos no lo han hecho por decisión propia, contra el 73,2 % que sí ha logrado entender que la vacuna puede disminuir los números de contagios.
Entonces ¿nunca acabará el también llamado mal de Wuhan en el mundo, donde ya han muerto más de 9 millones de personas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)?
Psicólgos locales consideran que si alguien pudiera encontrar la combinación exacta de palabras, eso podría atraer a la gente a los vacunatorios. Otra idea de los pro Vacunas, es que estas deberían ser obligatorias, como lo han disupuesto algunos gobiernos locales, con el fin de 'mermar' la tasa de mortalidad por covid-19 y demorar -por así decirlo- una nueva ola. Pero con gente 'terca' es complicado y los médicos deben hacer 'malabares' para contrarrestar la nueva variante ómicron y demás infecciones estacionales.
No obstante, el rango de personas que aún no están vacunadas en la actualidad está disminuyendo lentamente. Medidas como presentar el certificado de vacunación para poder acceder al transporte y establecimientos públicos han ayudado, pero ¿es suficiente? Una cosa es cierta, los motivos para rechazar la vacuna contra la COVID-19 son múltiples y no todos son conspiradores que contaminan sistemáticamente las redes sociales en la actualidad.
LOS ARGUMENTOS, SEGÚN LA CIENCIA (ver cuadro)
"Cada persona es un mundo diferente y lo que me puede parecer correcto a mí a la otra no", dice de entrada Ivonne Murillo, psicóloga clínica guayaquileña, referente a que si se debe convercer no a alguien a que se vacune. Para ella -básicamente- es necesario verbalizar y dar a conocer el inconveniente y problema que presentan las personas que no se vacunan.
"Cada persona es libre de hacer con su vida y cuerpo lo que desea pero no depende de otros si no depende de sí mismo y del cuidado que éste tenga consigo", indica.
Sin embargo, Murillo afirma que no persuadiría a nadie para que se 'pinche'. "Lo que sí haría es brindar información necesaria con estadísticas actualizadas y testimonios reales de lo que pasa en el día a día de las personas que han tenido y tienen la Covid-19".
Debemos ser conscientes que ya no hay tantos fallecidos como al principio de la pandemia y esto debería significar algo en la población no vacunada, agrega la profesional.
Es cierto que nadie puede obligarnos a nada, pero en la actualidad, dice la entendida, hay que hacerlo por convicción, ya que "debemos tener esa seguridad de que estamos haciendo lo correcto por nosotros mismos y por nuestros familiares".
Sin embargo, la ciencia sí es clara para desmontar algunas aseveraciones de los antivacunas. Jhommara Bautista, ingeniera biotecnóloga, menciona que una diferencia entre vacunados y no vacunados es que, "al estar inmunizados tenemos menos probabilidad de enfermarnos y menos riesgo de padecer la enfermedad grave".
"Entonces la función de la vacuna es reducir notablemente el riesgo de hospitalización y muerte; es decir, que los vacunados se contagian en menor cantidad, con menos riesgo de la enfermedad severa, hospitalización y muerte", sostiene la entendida.
Uno de los argumentos, según la científica, puede ser: 'Ya me contagie, ¿para qué me vacuno? A lo que responde que quienes no se inmunizan tienen más riesgo de tener una enfermedad grave y seguir contagiando a los demás.
"Hay que resaltar que aún cuando ya se hayan contagiado y tengan la protección natural tras la infección, al vacunarse esta protección se refuerza mucho más (híbrida) y obviamente ayuda más a la salud pública", afirma.
Además, ve esencial crear conciencia ciudadana con campañas de información, ya que del desconocimiento viene el rechazo a las vacunas y a la vez logren motivar a las personas para que reciban a una tercera dosis cuando sea el momento, y también servirá para las personas que aun no reciben su segunda dosis o no se han vacunado, en todo grupo etario.
"Es cuestión de cada persona qué hacer consigo mismo. Cada uno tiene la responsabilidad de elegir y si se sienten más cómodos no haciéndolo por lo menos cuídense al salir a la calle y si tienen el virus no lo contagien, ya que hay personas más vulnerables y pueden ser mortales para que ellos", insiste Murillo.
Por otro lado, Camilo Torres, también psicólogo clínico, enfatiza en hacer preguntas. Por ejemplo, indica que puedes preguntarle a alguien no vacunado cuáles son sus preocupaciones particulares o qué le hace dudar.
El experto afirma que es mejor que la persona desahogue su frustración e incertidumbre, ya que muchas personas han perdido la fe en las autoridades y tienen buenas razones para ello (al menos desde su perspectiva).
Asimismo, señala que el miedo puede ser un agente que provoque la no vacunación. "A menudo, los argumentos de quienes se niegan a vacunarse no son racionales, sino muy emotivos", acota.
"El tema de la vacunación no debe ser ni con espada ni con ejército ¿Qué quiero decir? Hay que dar buenas razones para aquello y no andar jugando con la gente porque de ahí pende la desconfianza que genera miedo y ansiedad hacia la gente que no se vacuna", dice.
Los expertos consultados por EXTRA manifiestan que las personas deben pensar en su prójimo. "Las personas no entramos en razón hasta que no le pase lo peor a un familiar; recién ahí creemos y nos da miedo saber que existe un virus mortal pero mientras andamos como inmunes pensando que nada va a pasar", lamenta Murillo.
Torres agrega que no es necesario pasar por una tragedia para llegar a tomar conciencia sobre la situación; por eso aconseja a no dudar de la vacunación contra la covid-19, ya que "cuando es muy tarde queremos arreglar la situación y ahí inevitablemente ya no podemos hacer nada".
Asimismo, bautista señala que las vacunas no se han creado porque si, ya que han requerido muchos estudios y rigurosidad, trabajo conjunto de investigadores, catedráticos, incluso de médicos, "así como de periodistas que difunde la información".
"Hagamos caso de lo que nos dicen. El covid-19 no es un juego lo que sí está en juego es nuestra vida. Amemos y respetemos nuestro cuerpo y lo más importante, nuestra vida", finaliza Murillo.