Tessa Romero, una mujer de 50 años originaria de Málaga, España, vivió una experiencia que alteró por completo su comprensión de la vida y la muerte. Tras sufrir un paro cardíaco durante 24 minutos, estuvo clínicamente muerta, pero sorprendió a los médicos cuando su corazón volvió a latir. Lo que vivió en ese tiempo, lo que muchos describirían como el "más allá", es una experiencia profunda y aterradora que dejó una marca imborrable en su vida.

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La historia de Tessa comenzó en una mañana común

Tras llevar a sus dos hijas a la escuela, sintió algo extraño, como si su vida estuviera al borde de la muerte. En cuestión de minutos, su corazón dejó de latir y fue trasladada rápidamente a un centro médico, donde los médicos intentaron, sin éxito, reanimarla durante casi media hora. Tras ese tiempo, fue declarada "clínicamente muerta".

Aunque su cuerpo permanecía inmóvil, Tessa vivió una experiencia que cambiaría su visión sobre la vida y la muerte. Durante esos 24 minutos, describió un sentimiento de paz profunda que jamás había experimentado. "Fue una paz inmensa, como si todo el dolor físico y emocional se desvaneciera", comentó. Esta sensación de alivio total le permitió sentir como si hubiera soltado una carga pesada que la había agobiado durante años.

Uno de los momentos más impactantes fue cuando Tessa sintió que su alma flotaba por encima de su cuerpo, observando desde una perspectiva distinta como los médicos trabajaban para salvarla. "Era como estar en medio de una película, sin poder interactuar, pero con una claridad mental total", explicó. En ese instante, todo a su alrededor parecía más lento, y cada cosa tenía un nuevo significado.

Un regreso con una nueva perspectiva sobre la vida y la muerte

Cuando Tessa finalmente regresó a la vida, se dio cuenta de que todo a su alrededor se sentía diferente. El mundo parecía moverse más despacio, y cada momento adquirió un nuevo valor. "Nunca creí en estas experiencias, pero al abrir los ojos, supe con certeza que lo que viví no fue un sueño", afirmó.

Antes de este episodio, Tessa tenía un gran miedo a la muerte, pero después de lo que experimentó, su perspectiva cambió completamente. Ahora, ve la muerte como una transición, un cruce hacia un lugar lleno de paz y amor. "Ya no tengo miedo, cada momento ahora tiene mucho más sentido, y valoro mucho más la vida", confesó.

Las experiencias cercanas a la muerte, como la que vivió Tessa, son algo que muchas personas han reportado, donde sienten que su conciencia se separa de su cuerpo y observan el mundo desde una perspectiva diferente. Mientras algunos científicos explican estos fenómenos como reacciones del cerebro ante situaciones extremas, otros sugieren que podría haber algo más allá de lo físico, un misterio aún por desentrañar.

Tessa, después de haber vivido esta experiencia, ya no teme al fallecimiento. Para ella, la muerte ya no es un concepto aterrador, sino parte de un proceso natural, algo que forma parte de la vida misma. Su experiencia sigue siendo un recordatorio de lo valiosa que es la vida y lo profunda que puede ser nuestra conexión con el misterio que nos rodea.

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