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Familia
¿Cómo enfrentar el autismo en el confinamiento?
Puede sonarte complicado, pero todo se trata de paciencia, amor, reacomodar rutinas y acompañarlos en el proceso. Si los sacas de casa, prepáralos con anticipación.
Si en algún momento te has cansado o desesperado por estar confinado en tu vivienda por causa del coronavirus, ahora imagínate a los pequeños que viven con el Trastorno de Espectro Autista (TEA), quienes por el encierro han cambiado sus rutinas, lo cual puede producir en ellos alteraciones emocionales y comportamentales.
Margarita Bitar, Educadora Especial, Terapeuta de lenguaje y Licenciada en Gerencia Educativa, señala que ellos pueden presentar ansiedad porque hay interrupcción de sus rutinas. “Sus manifestaciones pueden variar, es según el niño: incremento de sus ecolalias (repetición involuntaria de palabras y frases cortas dichas por otros) y de movimientos reiterativos, entre otros”, indica.
La terapeuta ocupacional y Técnica en Análisis del Comportamiento Aplicado, Gabriela Pérez, añade que también pueden aparecer trastornos del sueño y autoagresiones. “Estos campeones requieren de afecto y validaciones: ‘decirles te amo’, ‘te salió genial’, ‘lo vamos a lograr’, y los cambios deben ser graduales, pero sobre todo trate de conocerlo y ser lo más explícito posible”, enfatiza.
La anticipación
La necesitan para moverse con mayor soltura, lo que a su vez les da seguridad. Antes de sacarlo de casa, marque la fecha de la salida en el calendario para que él la vea, asimismo muéstrele fotos de la actividad por realizar, con quiénes va. “No genere falsas expectativas, lo que programa, que se haga. Siempre con disposición y buen ánimo, no corriendo. Que su permanencia afuera no sea demasiado tiempo ni vaya a lugares lejanos o con demasiada carga sensorial, trate de hacerle placentera la experiencia para que quiera repetirla”, sostiene Pérez.
Bitar opina que las salidas deben evitarse y solo darse en determinadas circunstancias, como chequeos médicos, y coincide en que hay que prepararlos, “una semana antes ayuda”, dice.
EXTRATIPS
- Emplea lenguaje positivo y elimina el ‘no’, este limita el campo de acción. Que la orden sea ‘entra’, en lugar de ‘no salgas’. El ‘no’ interfiere en la estimulación.
- Si se torna violento descubre qué provocó esa actitud y trata de reducir el estímulo (mucha bulla o movimientos, etcétera). Si se presenta un acto de violencia, sosténlo, háblale calmadamente, que el trato sea suave hasta que se vaya calmando.
- Usa pictogramas de las acciones que espera que ellos hagan. También sirven para señalar sus emociones, algo que les cuesta expresar, para ello utiliza imágenes que muestren tristeza, alegría, enojo, entre otras.
- Premia la conducta que se quiere lograr. Que sea tangible, dentro de lo posible: galletas, juguetes y más. Aunque el mejor regalo es su presencia, que sepan que está allí con ellos. Si es hiperactivo premie sus tiempos de quietud.
- Haz una planificación y respeta los horarios. Trata de ser constante y que no dependa de tu ánimo. Crea una rutina de lunes a viernes y que la de los fines de semana sea diferente.
- Cuando des instrucciones, que sea una y no varias al mismo tiempo, eso lo confunde. Ponte de acuerdo con toda la familia para que sea la misma orden, clara y breve.
- Busca mirarlo a los ojos, es una buena forma de contacto. Si es de intentarlo varias veces, hazlo, aunque no te mire, insiste en ello, pero no lo forces.
- La motricidad gruesa es clave, aprovéchala para que él se ejercite (corra, salte, baile) y a su vez enséñale a contar, que conozca las partes de su cuerpo, etcétera.