El poder de las plantas naturales es ampliamente curativo.  Sin embargo, es recomendable saber para qué sirve cada una y así tomar dosis necesarias, porque en el exceso está lo malo. 

Salvia

Es perfecta para calmar la digestión, las infecciones bacterianas y hongos en la piel. Calma y estimula el sistema nervioso, alivia los resfriados y la tos. El aceite esencial obtenido de esta planta mejora la concentración. También es usada para aliviar dolencias como la rigidez muscular, reumatismo y condiciones neurálgicas.

Ecualipto

Llantén

Desinfecta y desinflama heridas y moretones. Además tiene propiedades analgésicas. Pon a hervir agua y luego agrégala en una taza junto a 4 o 5 hojas grandes de llantén, deja reposar un rato y colócala sobre la herida. También se recomienda en casos de faringitis y laringitis.

Toronjil

Su beneficio predominante es el efecto relajante que produce, al ser utilizado contra los trastornos de estrés y ansiedad. Alivia la tensión muscular y espasmos del aparato digestivo. Tiene el poder de estimular la secreción de la bilis de la vesícula, así que ayuda a aliviar indigestiones y gastritis.

Anís

Fuente de vitamina C, el anís ayuda a mejorar la visión, tiene efecto antioxidante y previene infecciones. En infusión tiene grandes beneficios, como ayudar a expulsar los gases. También es utilizado para aliviar problemas de mal aliento.