B ásico en muchas culturas, el té es una bebida milenaria y mundialmente conocida que se prepara en agua caliente, con las hojas secas molidas o brotes del arbusto Camellia sinensis.

De esa planta salen variedades como: el té blanco, negro, verde, rojo, amarillo (golden tea), azul (oolong) y puerh (té fermentado), pero son los cinco primeros los más usados, aunque los dos últimos también tienen los mismos beneficios y son una fuente de antioxidantes.

Según Lyla Andino, experta en el procesamiento de esta planta, el té blanco es relajante, tiene rico sabor, porque posee menos procesos. Al ser el más suave de todos es apto para quienes desean iniciarse en el mundo del té.

”En el té blanco las propiedades de la planta quedan intactas y tienen muchos beneficios para la piel porque posee antioxidantes, en cambio el negro, al pasar por un proceso de oxidación la cantidad de antioxidante baja y la hoja se vuelve negrita por la oxidación, lo que eleva su nivel de teína o cafeína que lo vuelve más activante y así sucede con el resto de variedades”, explica Andino.

El té verde tiene como características que es fresco y ligero, aunque también puede tener un toque amargo. Al igual que el rojo ayuda a aumentar la ingesta de agua y a evitar la retención de líquidos. El azul (oolong) es un té digestivo.

Consejo

Del mismo modo se recomienda tomar máximo entre dos y tres tazas al día; al contener cierta cantidad de cafeína puede promover el insomnio e irritar el estómago.

Recuerdos

En Occidente se ha generalizado la palabra té como si fuera infusión, lo que trae confusión, explica la experta, quien ha creado más de 70 combinaciones de infusiones con todo tipo de hierbas tradicionales y flores.

”Si decimos manzanilla, eso es una infusión, ya que técnicamente hablando, té es solo aquel que viene de la planta Camellia sinensis, todo lo demás es una infusión herbal o tisana”, explica.

Al beber una infusión está esa sensación de bienestar y el despertar de los detonantes sensoriales, que hacen que cuando uno le dé un sorbo a la bebida se traslade a algún recuerdo. Es esa sensación similar a cuando de niños nos bañaban con champú de manzanilla o nos tranquilizaban con agua de lavanda.

Ese momento se queda grabado en una parte del cerebro y cuando lo detonas haces que te traslade allá.

Infusión de colada morada

“Somos una cultura ancestral de hierbas, nos criaron y curaron con ellas. Al mismo tiempo tenemos muchas frutas, hemos crecido con ellas”, dice la experta, quien entre sus creaciones está la infusión de colada morada a base de frutas y hierbas deshidratadas (piña, mora, fresa, mortiño, naranjilla, cedrón, ishpingo, etc.), las mismas que se usan en esa preparación tradicional ecuatoriana.

La mezcla tiene gran acogida y es lanzada cada año solo para la celebración del Día de los Muertos.