Exclusivo
Buena Vida
‘Dormir’ a las mascotas, en qué momento es prudente hacerlo
Todo depende de la situación por la que pasa el animal, por ejemplo, una enfermedad terminal. De lo contrario, no es ético, dice un veterinario
L a única alternativa para aliviar el dolor de una mascota que está sufriendo por causa de una enfermedad terminal es la eutanasia o muerte asistida. Tomar una decisión así es muy difícil. El tema es bastante cuestionado. Tras la partida de la mascota, su dueño pasará por un duelo similar a la pérdida de un familiar.
Según el veterinario Javier Íñiguez, no en todos los casos se puede aplicar este procedimiento, al que muchos conocen de manera coloquial como ‘poner a dormir’. Sobre todo, cuando llegan dueños queriendo desprenderse de sus perros porque han sufrido algún accidente (atropellos y sin movilidad en sus patas) o porque los aqueja una enfermedad que sencillamente no pueden o no desean costear.
”Todo depende del concepto de vida que tenga cada uno. Podemos aplicar la muerte asistida si vemos que ya no hay nada más qué hacer, aunque, siempre he dicho que mientras haya vida hay esperanza y por ello tenemos que agotar toda la mejor gestión”, asegura el médico.
Esta práctica no es solución para deshacerse de un perro o gato. Debe ser usada como la última alternativa cuando los animales tienen alguna enfermedad muy grave, pero jamás por asuntos de falta de dinero, espacio o tiempo.
“Se puede, pero no se debe aplicar el sedante que hará ‘dormir’ para siempre al animal, por ello se hará lo humanamente posible para salvarlo”, recalca el profesional.
Agrega que, si una mascota ha sufrido un traumatismo severo que lo ha dejado sin movilidad en sus extremidades traseras, es imposible proceder con eutanasia. Mientras pueda desenvolverse y alimentarse, “lo más práctico será hacerle un carrito con ruedas para que deambule por la casa y ponerle un pañal calzón para que haga sus necesidades”, comenta Íñiguez.
¿Pero hasta dónde puede interferir el veterinario ante la presión y la petición del tutor del animal? Hay profesionales que por ética se niegan ‘a dormir’ a un perro o a un gato, que todavía puede sobrevivir. “En mi caso les pido que se vayan a otro lugar, yo he tenido que quedarme con mascotas para no practicarles eutanasia. Aquí tuve el caso de una sharpei que se quedó conmigo 9 años, hasta que murió”, detalla. Su dueño quería ‘matarla’ porque no podía pagar la enfermedad en la piel que padecía. Su pelaje se caía cada vez que la perra se preñaba y que él confundía con sarna.
No es la solución
Por su parte, Shady Heredia, coordinadora de la fundación Fondo Animal y veterinaria, asentada en Quito, indicó en una entrevista con diario Expreso, que la solución para erradicar la presencia de animales callejeros no es la eutanasia. “Está comprobado por años que esta práctica no reduce la sobrepoblación. Solo es un parche para quitarnos la pena y limpiar la conciencia.
Esto se propone sin ningún tipo de sustento, solo porque no se quiere ver y tratar el problema que no son los perros, sino las personas, que son quienes no tienen conciencia social ni educación”, aseguró. Décadas atrás, este procedimiento era usado para ‘dormir’ a los perros que eran hallados en las calles. Su dueño tenía que acudir a las perreras para retirarlo y salvarlo de una muerte segura. Actualmente, esa práctica está erradica en el país.
Una segunda oportunidad
Evitar la eutanasia es el lema de organizaciones como Car-can, un centro de medicina alternativa en la capital mexicana que levantó la voz para que los animales tengan una segunda oportunidad y mejoren su calidad de vida. Car-can es un centro de rehabilitación pionero en el diseño y creación de terapias alternativas, sillas de ruedas, prótesis y férulas personalizadas para cada mascota.
Su fundador y director, el veterinario Javier Herrera, cuenta que emprendió esa clínica especial ante la necesidad de evitar la eutanasia en perros y gatos, que llegaban al consultorio veterinario con un diagnóstico desfavorable por discapacidad. “En dos décadas, somos pioneros en México en hacer sillas de ruedas y hacemos lo que requiera cualquier animalito que se encuentre en una condición de discapacidad”, indica.
Tips
-Si sabes que tu perro va a morir, dale un último paseo por los lugares que le gustaba visitar, el parque, la playa.-
- También puedes comprarle el alimento que tanto te pedía, un helado, una hamburguesa, una presa de pollo. Siempre y cuando pueda comerlo.
- Nunca lo abandones en ese momento, quédate con él, ellos sienten y tu rostro será lo último que vea. Cuando los perros son abandonados y tienen que ser sacrificados empiezan a buscar a su dueño. Ellos saben lo que está pasando.