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Familia

Nunca desautorices a tu pareja delante de tu hijo. Luego conversa sobre el tema con tu conviviente a solas.Pixabay

No desautorices a tu pareja delante de tus 'pelados'

Son dos padres, pero que haya un solo acuerdo, pues la diferencia de criterios al educar les resta autoridad. Ojo que la disciplina no debe dependa de tu ánimo

Katiuska tiene 16 años de edad y sabe que su papá es más ‘acolitador’ con el tema de los permisos, por eso siempre va a él cuando tiene alguna salida. Su madre se ‘calienta’ con su marido porque generalmente le extiende una hora más el tiempo de llegada a su ‘caleta’, en resumen, la desautoriza frente a la joven. Situación que no es correcta ni conveniente para la relación madre e hija.

La diversidad de criterios en cuanto a la disciplina es un problema, ya que crea confusión en los niños cuando son pequeños y a medida que van creciendo, los progenitores pierden autoridad, y los hijos se hacen manipuladores, pues irán con el padre que quieran según les convenga e incluso los pueden poner en contra en ciertos momentos, sostiene la orientadora familiar Mónica Llanos

“Esto se da en todo tipo de matrimonio, sin embargo es más común en los jóvenes, basándose en el pensamiento de que sus padres fueron duros y que ellos serán lo contrario; pero hay que tener presente que lo que somos ahora se debe en parte a la forma en que ellos nos educaron”, manifiesta la experta en temas del hogar.

¡Importantísimo!

Es estar de acuerdo con tu pareja y establecer previamente reglas en función de aquello que quieran instruir y cómo desean formar a sus hijos.

Si no hay unidad de criterio y pensamiento, lo mejor es que uno de los padres ponga las reglas y el otro no las contradiga, en resumen… que se ‘quede frío’.

Ponte pilas con la frase: “Orden contra orden crea desorden”. Es preferible que aquel que no ejerce la disciplina calle y luego lo discuta con su pareja, pero a solas, no delante de los chicos.

Crece con tus ‘pelados’

No es la misma situación de un padre de niños, que de un adolescente o joven adulto. La forma de relacionarnos cambia y la manera de disciplinarnos también. Las normas no van a ser iguales, estas varían según las etapas.

EXTRATIPS

  • Tus hijos deben tener claras las reglas, así como las consecuencias que sufrirán al romperlas. Explícales lo fundamentales que son para la sana convivencia y su formación como persona.
  • Las normas se fijan de acuerdo con la edad. Diferencien las que son rígidas de las flexibles. No insultar puede ser una de las inquebrantables, mientras que ordenar el cuarto, es una orden que no puede ser tan estricta. Aquellas que son vinculadas a los principios que trascienden hasta la adultez son las más importantes y no son negociables.
  • Si tienes niños anota las reglas para que las vean y las tengan presentes en todo momento. Con los adolescentes, llega a acuerdos. Con todos debes dialogar.
  • Coherencia es un consejo indispensable. Esto quiere decir que debes practicar lo que predicas. Eso impacta más en la vida de tu hijo, es la enseñanza que más llega.