Se la encuentra durante todo el año en mercados y supermercados. Rica en vitaminas y minerales con un gran efecto protector para el organismo, la col o repollo es originaria de Europa y está presente en las cocinas de todo el mundo desde hace siglos.

Según la chef Vanessa Flores, este alimento de hojas verdes blanquecinas que la diferencian de la morada y de otras variedades, se lo puede preparar de varias formas, ya sea en sopas, al vapor, fermentadas, hervidas, asadas, salteadas o crudas en ensaladas.

También sus hojas sirven para ser cocidas al vapor y rellenarlas con distintos ingredientes, como por ejemplo, con carne, pasas y otros vegetales para formar los llamados niños envueltos que se los acompaña con salsa blanca. Una receta de la abuela, que amenaza con desaparecer. Asimismo, con las hojas cocinadas se prepara una ensalada con camarones, papas al vapor y cebolla curtida.

A nivel local es infaltable en una variedad de caldos.

“La ventaja de la col es que su sabor suave se presta para un sinfín de preparaciones. Cuando se la consume cruda su textura es crujiente y cuando se cocina es suave”, explica Flores. 

Las más usadas

Morada: Es la más parecida al repollo y sirve para preparar ensaladas, también se la puede encurtir para servirla de guarnición en muchos platos.

China: tiene forma ovalada, hojas largas y color verde pálido y amarillo, que crecen sobre unos tallos blancos gruesos y crujientes.

Rizada: sus hojas son onduladas y sueltas, menos apretadas que las de la col verde o moradas y de sabor suave.

Kalé: de tono verde oscuro, sus hojas alargadas y algo duras necesitan ser hervidas rápidamente para que se ablanden.

De Bruselas: estas pequeñas coles se las puede preparar asadas, al vapor o con tocino.

En tendencia

El chucrut o col fermentada cada vez adquiere más popularidad, sobre todo, porque es un buen acompañante de hot dogs y otros platillos. Su elaboración es muy sencilla y solo se necesitan tres ingredientes: col, sal gruesa y agua.

Tips

-Cuando la compres, quítale la primeras capas de hojas que estén más duras y sucias y se procede a lavarla.

-Si no la vas a usar toda, guárdala en la refrigeradora dentro de un funda perforada en el frigorífico y déjala en uno de los cajones inferiores para evitar que se impregne con el olor de otros productos.

- Escoge siempre las más pesadas, duras y compactas. Revisa que sus hojas exteriores e interiores tengan tonalidades distintas.

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