Clarita Cabrera siente que los límites solo están en la mente... En silla de ruedas se convirtió en la ganadora del primer concurso de belleza de personas con discapacidad, organizado por la fundación Ciempiés.

El 2 de noviembre de 2019, la joven sufrió un accidente de tránsito en el sector de Guayllabamba, al norte de Quito, que le causó una paraplejia. Aunque al principio fue difícil asimilar la situación, hoy Clarita ha demostrado que lo puede todo.

Con una cinta ceñida al cuerpo y una corona en la cabeza, está feliz por ese logro alcanzado. No es el único.

Monta a caballo, sigue con su profesión de maestra parvularia y viaja sola. Es solo el inicio de sus aventuras. “Cuando pasó el accidente para mí fue difícil... Es otra cosa cuando uno nace con cierta discapacidad”, refiere.

Hubo dudas

Para inscribirse en el concurso de belleza, denominado Miss & Mister Titanium, hubo un poco de dudas de parte de ella. Sin embargo, sus allegados la motivaron y la hicieron sentir segura de participar en el evento.

Esto, sobre todo, porque no solo se trataba de un certamen de belleza, sino también de talentos y de proyectos sociales para apoyar a las personas en situación similar a la de Clarita.

Ella, particularmente, estructuró un plan para vincular a las personas con discapacidad en actividades laborales.

Por ejemplo, en su caso, la pandemia le sirvió para continuar con sus clases en línea. Esto, además de otros emprendimientos, como una tienda digital de detalles para festejos y la venta de accesorios. “En las clases con los niños cuando no puedo hacer alguna actividad, como saltar o correr, les demuestro con videos o dibujos”.