Cuidado se te va la mano y caes en la toxicidad. El fin es demostrar amor y no ser agobiante.

Escribirle todo el día no es bueno, aunque el detalle puede sonar bonito, termina por afectar la relación.

John Gottman, psicólogo estadounidense, profesor de Psicología en la Universidad de Washington y miembro de la Asociación Americana de Psicología (APA), afirma que debe existir sentimientos que deriven a hacer cosas positivas dentro de la relación. Uno de estos son los mensajes, cuyo propósito es causar emociones.

La psicóloga Martha Paredes resalta el concepto de Gottman. “Hay que mantener la llama del amor con sensaciones positivas. Esta dinámica hará que la relación salga adelante e incluso hasta cuando atraviesan una crisis”, dice la profesional.

Pero, ¿qué tipo de mensajes debes enviar? ¡Toma nota!

Puedes involucrar novedades de tus hijos, las buenas noticias del trabajo o tus amigos. Así él se sentirá importante en tu mundo.

Por ejemplo: “La maestra nos felicitó por nuestro hijo, ganó el concurso de literatura”, “¡Al fin me dieron ese nuevo contrato”, “Estoy disfrutando de esta salida con mis amigas, igual te extraño”. 

Crea momentos curiosos que despierten su interés. Dile: “Si escribieras un libro de tu vida, ¿cuál sería el título”. Depende de sus gustos musicales, “qué canción (de tal artista) te hubiese gustado componer”.

Elógialo por cada uno de sus roles. Por ejemplo: “Qué buen ejecutiva eres, estoy orgullosa de ti”, “Gracias por llevarnos de paseo, los niños y yo disfrutamos un montón”, “¡Estás guapo!”...

La gratitud te hace más humano. Agradece por los masajes que te dio anoche, por invitar a comer a tu familia, por estar pendiente de ti y más.

Recuerda momentos lindos

Se sentirá mimado o mimada si le recuerdas la ocasión que le regalaste por primera vez un peluche o cuando fue parte de una competencia que ganó.