A lejado del glamour que suele acompañar a los diseñadores, Carlos Mera ha sobresalido en el mundo de la moda ecuatoriana sin hacer ruido y con ingeniosas creaciones, muchas de las cuales han sido exitosas.

Cuando se le pregunta al manabita, de 43 años, cuántos de sus trajes son triunfadores, dice no saberlo, pero cree que son muchos. Lo que sí sabe es que las 15 mil etiquetas que mandó a confeccionar para identificar sus creaciones ya se terminaron.

Su última gran obra fue para Andrea Aguilera. Un hermoso vestido rojo con el que se coronó Miss Supranational 2023. La primera corona de ese reinado para el país. Aunque el triunfo fue bien recibido por los ecuatorianos, un temperamental Mera, para quien no existen las medias tintas, expresó mediante sus redes sociales su inconformidad porque la reina de belleza no usó el traje amarillo que también había creado para que lo luciera en ese certamen.

Luego de esa ‘tormenta’ que se viralizó y de la cual confiesa que aprendió de su error, el creativo asegura que ese vestido en otra mujer no hubiese tenido el impacto que tuvo Andrea.

“Ella hizo el vestido. Impactó porque es alta, tiene lindas curvas, es una mujer bella y el rojo es el color que atrae. Si haces una retrospectiva en coronas de belleza vas a ver que hay más ganadoras con trajes blanco y rojo. Y me fui a lo seguro. No hay problemas con Andrea. El amarillo lo usará para otro evento”, asegura el actual presidente de la Sociedad de Autores de Diseño y Creadores de Moda del Ecuador.

Sus sueños 

El chico que llegó a Guayaquil, desde su natal Portoviejo, a la edad de 13 años, para estudiar en el colegio de Bellas Artes, tuvo como influencia a su madre, una modista.

Carlos, el único varón entre 4 mujeres, fue testigo de los fastuosos vestidos de reinas y princesas de Navidad que su mamá le confeccionaba a sus hermanas. Desde entonces soñaba con hacer lo mismo, creando y vistiendo a reinas de verdad.

Sin embargo, la vida lo pondría a prueba y lo dirigió a otro rumbo. Su ingenio lo llevó a confeccionar los trajes para los grupos de tecnocumbia que hace dos décadas estaban en auge. Empezó con Las Musas, luego conocería a Loly Ochoa, directora de Kandela & Son. Con ella estuvo 15 años.

Amplió sus conexiones con gente del medio artístico, que lo llevaron hasta la cantante Sharon La hechicera. Para ella diseñó trajes que usó en eventos importantes: la Noche Amarilla de Barcelona S.C. y El show de Marcelo Tinelli, en Argentina.

“Con Sharon fuimos muy amigos y para ese entonces yo trabajaba como free lance en revista Vistazo, con la que logré cerca de 30 portadas y 150 contraportadas. Mis inicios fueron con los grupos musicales y fui evolucionando hasta llegar a Vistazo con los trajes de baño. A través de la revista mucha gente llegó a conocerme y a hablar de mí”, afirma Mera.

Aunque lo encasillaron pensando que se dedicaba a los bikinis, la realidad es que no los creaba para vivir, sus ganancias salían de los trajes para los grupos musicales y de sus clientas.

Reacio a quedarse estancado y a seguir siempre la misma línea, el diseñador optó por dejar de lado los trajes para las tecnocumbieras y se volcó a los fastuosos vestidos para reinas de belleza, que ha decidido dejar de lado para dedicarse a diseñar vestidos para novia y retomar el nicho de crear zapatos.

”Me gusta innovar, soy un hombre de ciclos. Cada tiempo digo hasta aquí, porque si te mantienes en una misma línea seguirás en el continuismo y no sorprenderás a la gente. Lo de las reinas va a tener un tiempo, empecé en el 2015 y cuando las ideas no fluyen, uno se estanca y hay que ir para otra línea”, explica.

Diseña para todas las mujeres. Pero en temas de personajes dice ser selectivo. Cuando en sus inicios le propusieron ir con sus diseños a un desfile en una discoteca se negó. No quería darse a conocer de esa manera, porque no era un buen lugar para mostrar su arte, que no iba a ser apreciado. Los años le dieron la razón.

¿A quién quisieras crearle un traje?

He vestido a tanta gente, los conozco casi a todos... Me gustaría hacer algo para Isabel Noboa y en el exterior vestir a Jennifer López, me encanta. Con ella iría a lo seguro, pero muy a mi estilo. A JLo todo le queda bien. Es como a Érika Vélez, todo lo que le pongas le queda lindo.

La mujer que lo inspira

Su musa inspiradora es la diplomática estadounidense, de raíces filipinas, Mariju Bofill, a quien le ha regalado algunas de sus creaciones. Lo que admira de ella es su actitud al momento de lucir la ropa. “Es rellenita. Me la presentaron en un evento en el MAAC, cuando Manuel Wolf hizo un homenaje para Chichi Puig. Diseñé un vestido hermoso tipo Carolina Herrera y Mariju se me acercó y dijo ‘esto parece un Herrera’, ahí nos conocimos y se hizo mi clienta”, relata. Le ha creado trajes para asistir a eventos en la Casa Blanca y para la celebración del 4 de julio. El contacto aún se mantiene.

Más de él

- Sus mejores clientas están en El Oro, provincia que le dio la oportunidad de hacer el primer vestido para una reina de belleza.

- Vistió a María Teresa Guerrero y a Érika Vélez para las portadas de un cuaderno. A la manabita le diseñó un traje de Eva, que fue muy comentado, para la revista Vistazo y también para la película Retazos de vida.

- Estudió en Bellas Artes con Jasú y Jordana Doylet. Esta última fue muy importante en su vida, ya que su familia le dio la mano tras el fallecimiento de su mamá.

- No escatima en precios a la hora de comprar telas. Tiene colecciones de vestidos guardados.

- Viste sencillo. De pantalón y camisa, casi siempre en tono verde militar, que compra en dos almacenes.