El médico naturópata Carlos Campos confirma que el palo santo tiene propiedades curativas. El aceite que se extrae de la madera posee un perfume cítrico, preciado por sus propiedades antidepresivas, diuréticas, depurativas, antirreumáticas, sedantes, así como bondades contra el estrés, la depresión; antisépticas contra los hongos de la piel. Al quemarlo, el humo que emana es usado como repelente de mosquitos y contra las malas energías.

“Limpia y purifica el ambiente del hogar, aleja los malos espíritus, induce a la meditación y a la búsqueda espiritual. Su perfume es extremadamente calmante y transmite una potente energía, con un proceso de destilación por corriente de vapor (sin químicos) se obtiene un aceite esencial que se utiliza para masajes, aromaterapia, así como la elaboración de cosméticos, y el jabón antibacterial”, explica el experto.

Si estás embarazada o amamantando evita usar el aceite esencial de palo santo y mantenlo fuera del alcance de los niños. Guárdalo en un lugar fresco y seco.

Te dejamos otros usos cotidianos.

Aromaterapia

Su aroma agradable ayuda a lograr la calma y facilita el sueño de calidad, convirtiéndose en una opción para quienes tienen dificultades al dormir. Asimismo, es un alivio para los que padecen jaquecas o incluso migrañas.

Meditación

Para algunas personas que hacen meditación quemar palo santo durante esta actividad u otra tarea que requiera concentración puede ser una solución efectiva para ayudarlos a mantenerse enfocados.

Limpieza enegética

Esta madera es muy popular, sobre todo bastante utilizada en rituales de limpieza energética para eliminar las energías negativas. Se cree que promueve una atmósfera positiva en el entorno.

Relajante

Tiene grandes propiedades aromáticas que permiten aliviar el estrés y la ansiedad, además de promover la serenidad mental. Dadas todas estas propiedades su uso es muy tradicional.

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