E l estrés y la ansiedad parecen ser compañeros constantes de la sociedad actual, y esto hace que se active una alarma que motiva a buscar soluciones que vayan más allá de la ingesta de fármacos, sino que se refieran más bien a actividades que actúen como una terapia para lograr la calma y tranquilidad.

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En palabras del psicoterapeuta Jacques Delpi, la ansiedad es una respuesta emocional y fisiológica natural que experimentan los seres humanos en situaciones de amenaza, peligro o estrés.

“El cerebro está conectado con el tronco cerebral, es la parte más primitiva del cerebro humano, que regula la supervivencia en caso de sentir peligro. El sistema nervioso simpático se activa, prepara al cuerpo para enfrentar ese peligro. Esta respuesta incluye la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina”, detalla el especialista.

Esto ocasiona que una persona tenga la sensación de preocupación, alteración o temor fuerte, lo cual puede manifestarse con diversos síntomas. 

Así se siente

No es tan complejo detectar si alguien está en un proceso de ansiedad, aunque se debe estar atento porque puede camuflarse con otros padecimientos. Para que no le ocurra esto, el experto explica que a nivel mental una persona ansiosa manifiesta preocupación excesiva, pensamientos intrusivos repetitivos o rumiantes, acompañados de nerviosismo, irritabilidad, dificultad para concentrarse, problemas para conciliar el sueño. Y a nivel físico se muestran fatigados, con tensión muscular, latidos cardíacos acelerados, sudoración excesiva, temblores, falta de aire, incluso malestar gastrointestinal.

Cómo sobrellevarla

“Imagine la ansiedad como una tormenta en el horizonte, amenazante. Sin embargo, cada tormenta tiene su fin. Recuerde que usted es más fuerte de lo que cree. Usted es la historia que escriba, y la ansiedad es solo un capítulo, no el libro completo”, aconseja el especialista.

El secreto que comparte el terapeuta para salir de ese estado de ansiedad es aferrarse a la esperanza que hay en su interior, para así encontrar determinación. Y no dejar de lado a quienes lo rodean, pues familia, amigos y profesionales de la salud estarán para ayudarlo si atraviesa una situación difícil.

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El Mindfullness ayuda

Del sinnúmero de variantes de meditación que existen, el mindfulness (que se enfoca en la atención plena) se ha estudiado a profundidad desde 1982 gracias a la Clínica de Reducción del Estrés del doctor estadounidense Jon Kabat-Zinn.

Esta técnica consiste en poner atención a sus pensamientos, emociones y sensaciones físicas sin juzgarse. Se centra en poder llegar a un estado consciente, estar focalizado mentalmente en el presente, en el aquí y ahora, sin pensar en el futuro o pasado.

La recomendación del experto en psicoterapia es dedicar tres momentos del día a realizarlo. Puede ser al levantarse, al mediodía y antes de acostarse. Cada uno puede durar unos nueve minutos.

Los desencadenantes

Para el psicoterapeuta, los desencadenantes más comunes están ligados al estrés, preocupaciones reiteradas, cambios importantes, traumas, miedos, problemas de salud mental, consumo excesivo de cafeína o sustancias estimulantes. Además, ejercen gran influencia los acontecimientos sociales y ambientales.

Formas de manejar la crisis

Las crisis de ansiedad se manifiestan de varias formas y en ese estado, a veces, la mente se estanca en lo que está sintiendo y no da paso a otros pensamientos. El experto comparte algunas recomendaciones que pueden ayudarlo a superar esta situación.

- Respirar correctamente. Es la práctica más recomendada por expertos. Inhale lentamente por la nariz, mantenga el aire unos segundos y luego exhale suavemente por la boca. Si lo hace de forma constante logrará calmarse.

- La regla del 333. Es una técnica que involucra decir tres cosas que pueda ver, tres sonidos que logre escuchar en ese instante y, por último, interactuar con tres objetos que pueda tocar. Esto lo ayudará a mantenerse enfocado en el presente y observar la ansiedad sin juicios de valor, aceptando que está.

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- Escribir. Plasmar sus ideas y pensamientos en papel puede ser de gran ayuda. Solo el hecho de escribir ya es un método para lograr relajarse.

- Distender los músculos. Esta práctica de relajación progresiva es una buena manera de desapegarse de las tensiones que pueden estar atormentándolo, sobre todo en las noches. Consiste en tensar y relajar los músculos comenzando desde los pies hasta llegar a la cabeza.

- Ejercicio diario. Estar activo libera endorfinas, lo que puede mejorar su estado de ánimo.

- Conversar sobre lo que siente. Buscar a alguien de confianza con quien compartir lo que le sucede es una forma de liberar esa carga pesada.

- Identifique lo que está mal. Los pensamientos intrusivos pueden cambiar el ánimo de cualquiera en segundos. Identifíquelos, determine de dónde provienen y cuestiónelos, porque quizá estén contribuyendo con su angustia.

- No consuma alcohol ni drogas. Son sustancias que empeoran su estado de ánimo e incrementan la ansiedad.

- Practicar el autocuidado. Dedique tiempo a actividades que disfrute y lo mantengan relajado, como leer, escuchar música o tomar un baño caliente.

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