El confinamiento llevó a que Andrea (nombre protegido) decidiera aventurarse a la aplicación de la que tanto hablaban sus amigas: Tinder. Sin expectativa alguna, la guayaquileña de 25 años, se perdió en un mar de matches, hasta que halló su príncipe digital: Javier,  un comunicador social. 

Según la aplicación para citas, en medio de la pandemia de Covid-19, los usuarios europeos menores de 35 años de Tinder aumentaron 94.4 %. Le siguen Badoo (+52,4 %), Wapo (+34,9 %) y Grindr (+24 %). En una encuesta realizada por EXTRA, vía Instagram,  de los 478 usuarios que la contestaron, el 27 % respondió que había empezado una relación virtual durante la cuarentena. 

Tinder, el cupido de la cuarentena

Los mensajes llegaban, pero no generaban emoción alguna en Miguel, ingeniero civil, de 30 años, quien aburrido del encierro le dio otra oportunidad a la aplicación. Al igual que Andrea, sus expectativas sobre la plataforma de citas eran casi nulas. Sin embargo, el pesimismo se le extinguió cuando coincidió con María José, diseñadora gráfica, de 24 años. 

La pareja empezó platicando sobre sus vidas, compartiendo la misma nostalgia por los días antes del coronavirus. Pese a que las ganas por conocerse eran inmensas, las disposiciones para mantener el distanciamiento social impedían que el par se conociera físicamente. 

 Miguel y María José no han consolidado una relación, "nos estamos conociendo, hay que ver qué pasa, pero ella sabe que me gusta, hay química", menciona el ingeniero civil. Mientras, la pareja añora salir en una cita, por otra parte, Andrea logró dar el siguiente paso con Javier.

"No paramos de hablar, él es más chévere en persona", comenta. Sus estándares se acabaron en el momento en el que decidió empezar una relación con alguien al que conoció gracias al Internet. Aunque su amorío lleva menos de un mes, el dúo afirma a EXTRA que se sienten felices por estar con el otro.

Las relaciones como las de Miguel, María José, Javier y Andrea son el reflejo de que la era digital ha llevado a moldear la manera en que las personas se interrelacionan. Pero ¿tendrán éxito los amores que nacieron en Internet?

No hay una respuesta concreta para ello. Karen Estrella, psicóloga clínica especializada en sexología de la Universidad de Almería, comenta que el éxito de una relación que empezó de forma tradicional o digital dependerá de los dos. 

Al igual que Estrella, Jasmin Lama, psicóloga clínica especialista en terapia familiar y de pareja, opina que una buena relación no se ve determinada por la manera en la que se conocieron los integrantes, más bien está guiada por una buena comunicación.

Lama resalta que es primordial tener en consideración que, a través de la red, existe más posibilidad de que las personas mientan, provocando que el otro caiga y se enamore de una ilusión. "Es ahí donde llega la desilusión, ya que te “enamoras” de algo que realmente no existe sino que solo eran textos agradables", puntualiza. 

La especialista en sexología aconseja que el primer paso que las personas deben tomar para consolidar una relación que nació en el ciberespacio es confirmar que se trata de alguien auténtico y no de una cuenta ficticia. Como segundo paso plantear si los dos tienen en mente construir una pareja exclusiva en el plano sexual y afectivo. El tercer paso será comprobar que el otro no te exige tu total atención cuando estás conectado.