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Familia

Que el orgullo y el egocentrismo no acaben con tu relación de pareja.Shutterstock

¿Qué actitudes tomas cuando peleas con tu pareja?

Son normales los ‘pitos’; el asunto es cómo has reaccionado ante ellos. En algunos casos se pueden dar comportamientos infantiles, en otros se han realizado castigos que pondrían en peligro al otro.

Aplicarle la ley del hielo (no hablarle); dormir en el sofá o cuarto de sus hijos; no prepararle la comida o no comértela; irte a la casa y regresar un día después o más tiempo. ¿Has actuado así cuando se has ‘piteado’ con tu pareja?

Si lo has realizado, has dado paso al orgullo, pues este impide que los convivientes se reconcilien. El egocentrismo también influye, sostiene la orientadora familiar Karina Sánchez.

“La relación de pareja es compleja, son dos mundos distintos unidos por un sentimiento, el amor. Se viene con una estructura aprendida de la familia de origen, el carácter, que permite responder ante situaciones adversas, negativa o positivamente. Cayendo en conductas de evitación, en lugar de enfrentar y afrontar el tema de discordia”, indica la psicóloga clínica Darlin Panta.

¿Quiénes actuarían así? Individuos de familias disfuncionales: violencia intrafamiliar, denigración, represión, problemas de aceptar posturas distintas, comunicación en doble vía (dice una cosa y hace otra), normas autoritarias o permisibles, dice Panta.

Los ‘pitos’ traen consecuencias

“Algunos pueden inclinarse al consumo de sustancias (legales o no); accidente de tránsito con implicaciones legales; agresiones a parientes, amigos, compañeros de trabajo o jefes; poca concentración que termina en pérdidas de trabajo o materias en el proceso educativo. Estas actitudes infantiles las pueden llevar a sus esferas familiares, sociales y laborales. También se repite el ciclo disfuncional de familia, los nuevos miembros aprenden a manejar los conflictos así”, concluye la psicóloga.

Castigos severos

Estas actitudes pueden irse a otro plano, como no darle dinero para los gastos del hogar. “Eso es maltrato económico, que es considerado violencia de género”, expresa Sánchez, quien opina que aplicarlo a tu pareja desempleada es tratar de humillarla, hacerla sentir que sin ti no es nadie.

También se dan otros comportamientos que pudieran poner en riesgo la vida e integridad física del conviviente. Obligarlos a bajarse del auto en zonas peligrosas.

“El objetivo es hacerlos sentir culpables”, manifiesta Panta, quien considera que estos comportamientos más se dan en los hombres que en las mujeres. 

EXTRAtips

1. ¡’Sácatela’ si estás molesto! Si el enojo no desaparece, sal de la habitación a respirar, anda a comprar algo a la tienda, date una ducha, haz una actividad distinta, esto ayuda a que bajen las tensiones.

2. La comunicación, base de la relación. Es vital para mantener una relación saludable poder expresar lo que sentimos, exteriorizar nuestros sentimientos y puntos de vista. Hay que escuchar para comprender, no para responder.

3. Si la cosa es insostenible, vayan a terapia. Hazlo por salud mental y familiar. Las sesiones les ayudarán con las opciones de comunicación.

4. El respeto mutuo es básico. Sobre todo en las opiniones, decisiones y sentimientos de la pareja. No olvides que ante un mismo hecho hay varias posturas, debemos comprender que el otro no mira de la misma forma que yo.

5. Romance y reconciliación. Es bueno que aviven la llama del amor con frecuencia, así garantizan una relación afectiva sana. A pesar de las diferencias de personalidad, de las confrontaciones y discusiones que se tienen, se debe de llegar a la reconciliación. Recuerda que por algo estás con esa persona y pese a tu enojo trata de ver lo positivo de ella y los momentos felices.  

“No siempre el que grita tiene la razón. Es un recurso que usa el inseguro de su postura y la impone. El tono y palabras adecuadas permiten llegar a acuerdos y soluciones”.Darlin Panta, psicóloga clínica
Cuiden sus palabras, estas pueden ser igual o más hirientes que un golpe.Pixabay
“El egocentrismo influye, sobre todo en el hombre, la mujer no tiene ego, sino susceptibilidad en sus emociones cuando son fracturadas o heridas en la discusión con su pareja”.Karina Sánchez, terapeuta y orientadora