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Las papelerías están a reventar; mamás y papás llevan las listas de útiles.GUSTAVO GUAMÁN

La vuelta a clases deja 'chiros' a los papás

Desde 130 hasta 360 dólares gastan en textos para el inicio del año lectivo en Quito, según un sondeo realizado por EXTRA. Los precios de los útiles fluctúan entre 30 y 60 ‘latas’.

El año lectivo en Quito está a punto de arrancar... Con un gesto exagerado y entre la multitud, Erika Perugachi llama a un vendedor de una papelería del centro para entregarle la lista de útiles del Colegio Militar Eloy Alfaro, en donde estudian sus dos hijos.

El joven despacha el pedido en 10 minutos. “En útiles escolares me salió como 30 dólares, no ha subido, pero he gastado demasiado en libros, ahí se ve una diferencia respecto al año pasado. Son casi 360 dólares, entre los de Literatura y de Inglés”, reclama.

A Daniela Salgado le han pedido seis libros para las materias de Matemática, Literatura e Inglés para el ingreso de su hija Jennifer a quinto de básica, del colegio Santo Domingo de Guzmán. “Este año solicitaron menos libros que el anterior, pero el costo es el mismo: 150 dólares, aproximadamente”. Sin embargo, en la lista de útiles ha desembolsado $ 60.

Dice que no les exigen comprar libros nuevos, pero hay textos virtuales que requieren un código de ingreso a una plataforma y estos pueden ser usados una sola vez.

Llegan con las listas de útiles.GUSTAVO GUAMÁN

Inflación

Según la canasta del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INEC, existen 12 divisiones de consumo. Las tres que más aumentaron sus costos con la inflación mensual de abril de 2022 fueron el transporte, alimentos y bebidas no alcohólicas y costos para educación, especialmente al nivel preescolar y bachillerato.

Para los representantes de algunas editoriales locales consultadas, el precio de la materia prima como el papel y la goma se han elevado. Ángel Salazar, gerente de Salazar Editores, menciona que años atrás la producción de contenido y la impresión de un libro para escuelas costaba 4 dólares, ahora 8.

Dice también que la guerra de Ucrania y la crisis de la pandemia han puesto en jaque a la industria. “Yo aún tengo en bodega 150 mil libros que no pude vender años anteriores y espero que se puedan despachar”, explica.

“Solo en libros se gasta 150 dólares. En uniformes 200 más, súmele las pensiones y las matrículas. De chiste en chiste, se van casi 500 dólares”.

Paulina Melo (2 hijos)

Edward Baño, quien matriculó a sus gemelas en la Unidad Educativa de las Américas, al sur de Quito, además, cuestiona que los libros escolares se deban adquirir en las editoriales más costosas.

De hecho, Salazar ubica a Santillana como una de las principales casas editoriales que ha acaparado el mercado educativo. Dice que esto afecta a otras pymes como la suya, que tienen que reducir las liquidaciones para seguir produciendo textos y no incrementar el costo final al cliente.