Dos hechos violentos ocurrieron en Esmeraldas, horas después de que empezara a trabajar en la provincia la Fuerza de Tarea Conjunta y de que se declarara como Zona de Seguridad Especial, con el fin de reducir los índices de violencia.

El primer hecho violento se registró la madrugada de este sábado en el cantón Quinindé, centro de la provincia de Esmeraldas. La víctima mortal fue identificada como Marcelo Roberto Parrales Ibarra, de aproximadamente 30 años, de nacionalidad ecuatoriana.

El cuerpo sin vida fue encontrado en la maleza a un lado de la vía a Palcién, la cual conecta a la zona urbana de este cantón con la parroquia Malimpia.

La policía descarta el robo, ya que tanto sus pertenencias como la motocicleta de placas 𝗛𝗨278𝗙, marca Suzuki, en la que se movilizaba la víctima estaba en la escena del crimen.

Tenía su billetera en su bolsillo, un casco y la moto en la que se movilizaba estaba a unos tres metros con la luz encendida. Estaba vestido con pantalón rojo y una camiseta azul.

Un equipo de paramédicos del hospital Padre Alberto Bufoni llegaron al lugar, pero se retiraron cuando constataron que la víctima no tenía signos vitales.

Una persona que vive en la zona aseguró que la víctima no es del sector, por lo que la policía empezó las indagaciones para determinar si fue asesinado fue allí o el cuerpo fue trasladado desde otro sitio.

Lo que sí pudo constatar la policía es que el cuerpo presentaba varios impactos de bala, por lo que fue trasladado al Centro de Medicina Forense de Esmeraldas para determinar la hora aproximada de la muerte y la cantidad de disparos que acabaron con la vida de este joven.

Mientras que, en Esmeraldas, en el sector conocido como Monte Sinaí, un joven cuya identidad aún no ha sido revelada, fue disparado por antisociales que se movilizaban en una moto. El joven milagrosamente sobrevivió, a pesar de la gravedad de sus heridas, pero hasta la mañana de este sábado se encontraba en estado de coma debido a que uno de los proyectiles se alojó en su cabeza.

Sus familiares no quisieron identificarse y tampoco dar el nombre de la víctima del atentado; sin embargo, aseguraron ser personas de bien y que el herido nunca ha tenido situaciones adversas, ni problemas de justicia.

Alexander Levoyer, quien está al mando de la Fuerza de Tarea Conjunta que ya trabaja en los siete cantones de la provincia de Esmeraldas, aseguró que, así como fuerzas armadas ha dado el primer paso en esta delicada tarea, “es una obligación moral de otras instituciones del estado y los gobiernos seccionales colaborar y meter su hombro para que este lamentable negocio del narcotráfico que está ligado con bandas criminales y delincuencia organizada no azote esta querida provincia. Las Fuerzas Armadas son una arista en este problema, pero las otras instituciones deben colaborar”, explicó.

En toda la provincia se han desplegado 1300 militares y 800 policías, pero se pondrá principal atención y énfasis en la frontera norte, por donde se sospecha ingresa la droga desde Colombia para el microtráfico y para exportar a otros países del mundo.

Esta Fuerza de Tarea Conjunta se mantendrá en la provincia hasta que se restablezca la paz y cesen las muertes violentas, que están por superar las 200 en lo que va del año 2022.