Fidel Martínez está afinando la puntería para la final de la Copa Ecuador, que se jugará mañana miércoles 27 de noviembre ante Independiente del Valle en el estadio Rodrigo Paz de Quito.

‘Alegría y Atrevimiento’, como es conocido el atacante, lleva cuatro goles con El Nacional en 22 partidos y llega motivado a la definición ante IDV por el tanto que marcó el fin de semana con el Rojo en el empate 2-2 contra Mushuc Runa.

Luego de 13 años de haber consagrado campeón nacional con Deportivo Quito (2011), Fidel anhela volver a dar una vuelta olímpica en la capital.

El Nacional, luego de 18 años, vuelve a disputar una final.

Cuando clasificamos a la final de la Copa Ecuador, la hinchada enloqueció. Era como si hubieran guardado todo su cariño y apoyo para el equipo. Hacía mucho tiempo que no se festejaba de esa manera.

-Se sabe que El Nacional debe dinero. ¿Cómo ha afectado esto tu desempeño y estado de ánimo?

-Es complicado lo que estamos viviendo como país en el tema económico. Salimos de una pandemia y ahora enfrentamos los cortes de energía eléctrica... Todo esto nos afecta. Trato de hablar con los más jóvenes, pero llega un límite. Los dueños de casa necesitan pagar el arriendo, las escuelas de los niños requieren que se paguen las pensiones y, sobre todo, deben alimentarse bien. Conozco casos de compañeros que solo tienen dinero para llegar a entrenar.

-¿Qué medidas estás tomando para resolver esta situación?

-A veces, el hincha piensa que nosotros no tenemos gastos. Para crecer económicamente, debemos invertir. Mes a mes debo pagar, y hay momentos en los que se complica.

-¿Qué significado tiene jugar esta final con el Nacho?

-No pienso en jugar, pienso en ganar la Copa Ecuador. Esos partidos no se juegan, se ganan. Debemos estar preparados para ganar. La hinchada y la institución se merecen el título de campeones.

-¿Independiente les infunde miedo?

-Es un rival complicado. Hace poco jugamos contra ellos; son partidos intensos. Debemos ser muy inteligentes y estar concentrados los 90 minutos. Tenemos que aprovechar las oportunidades que generemos.

-¿Cómo ves el futuro del equipo después de esta final, independientemente del resultado?

-Queremos ser campeones. Sabemos lo que significa en lo económico para la institución. A eso aspiramos; todo depende de nosotros.

-¿Qué significa para ti regresar a jugar la Copa Libertadores?

-Uno de mis objetivos era jugar un torneo internacional. Hoy sabemos que es la Copa Libertadores, el torneo más importante de Sudamérica. El esfuerzo del equipo, a pesar de todos los inconvenientes, se refleja en los resultados.

-Tienes un lindo recuerdo de la Libertadores 2020: fuiste el goleador.

-Ya me había olvidado (risas). Fue un sueño hecho realidad. Solo podía ser goleador en la PlayStation. Se lo debo al apoyo del grupo, a mi familia y a Dios.

-¿Qué expectativas tienes para la próxima edición de la Copa?

Estoy pensando en la final de la Copa Ecuador. Déjame ser campeón primero. Tranquilo, vamos paso a paso. La Libertadores es en 2025, ya hablaremos luego.

-¿Qué tal ese golazo a Barcelona, tu ex?

-Ese día metí la mano al sombrero y salió el conejo. En la vida siempre debemos tener alegría y atrevimiento. Se dio el gol, eso es lo importante. Soy profesional y siempre defenderé a la institución. Mis hijas gritaron ‘¡el gol de papá!’. Eso es lo más hermoso.

-¿Qué pensaste en ese momento?

-Buscar a mi familia en la tribuna y dedicarles el gol fue muy especial. Mi hija mayor me presiona para que marque, así que tenía que hacer el gol, pase lo que pase. El significado del gol es siempre el mismo: siempre uno tiene en mente marcar. Se dio contra Barcelona, pedí disculpas por el respeto que tengo a la institución, pero luego hay que festejarlo.

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