Tres días antes del atentado con explosivo, una advertencia fue dejada debajo de la puerta de un inmueble de tres plantas ubicado en el bloque 1 de Bastión Popular, noroeste de Guayaquil.

Te invitamos a leer: Asamblea Nacional reactivará el juicio político contra Guillermo Lasso

La casa está situada junto a una iglesia evangélica y por esta razón el propietario pidió ayuda al pastor del templo, pues afirma que con tanta delincuencia ya no confía en la justicia y ahora solo le queda encomendarse a Dios para que él obre en el corazón de quienes buscan hacer daño.

En el papel intimidante indicaba que debía llamar a un número de teléfono, no precisaba cantidad de dinero. Sin embargo, decían pertenecer a una organización criminal denominada La Mafia.

“Somos una familia cristiana y nos pusimos en las manos de Dios. Por todo lo que está pasando nadie quiere alquilar los locales, estos permanecen cerrados. He puesto textos bíblicos en las paredes para que las personas que andan en el camino del mal recapaciten, que le pidan a Dios por la salvación de su alma, el mundo está perdido. Le di el panfleto que me dejaron al pastor de la iglesia para que siga rogando por la salvación de las almas de estas personas”, manifestó el dueño de la casa afectada.

El atentado se registró aproximadamente a la 01:05, el explosivo fue dejado en el garaje del domicilio que desde hace más de tres décadas es habitado por una familia oriunda de la Sierra.

Tres horas antes, delincuentes arrojaron un explosivo y dispararon en contra de una empresa ubicada en el sector de Inmaconsa, en la vía a Daule. Este sería el segundo hecho delictivo en contra de este negocio que importa productos de ferretería. El pasado 7 de noviembre colocaron un carro bomba. Los atentados serían porque no han cancelado la cuota que exigen a los negocios para dejarlos trabajar, dijo un guardia de seguridad.

Aproximadamente a las 04:00 de ayer se registró un atentado contra una estación móvil de la avenida Narcisa de Jesús. Los pillos utilizaron explosivos para dañar uno de los cajeros automáticos, sin embargo, no lograron llevarse el dinero de la máquina.

El coronel Víctor Molina, jefe del distrito Pascuales, jurisdicción de la Zona 8 a la que pertenecen los sitios afectados, reveló que desde el 1 de enero a la fecha, se han registrado 35 atentados con explosivos.

“Las ‘vacunas’ comenzaron en el distrito Nueva Prosperina, lamentablemente se ha ido propagando en otros sectores de la ciudad. Hace poco detuvimos a un menor de edad que lidera a una banda dedicada a la extorsión, pero quedó libre”, indicó el jefe policial. (AEB)

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!