La vibración de los glúteos, el meneo de las caderas y el zarandeo de la pelvis son las ‘armas’ con las que un grupo de chicas combaten el estrés. Ellas practican twerking, término que, según el diccionario Oxford English Dictionary, significa bailar de manera sexualmente provocativa.

(Lea también: Cuatro fallecidos tras un accidente de tránsito en la vía Pifo- Papallacta )

Sin embargo, para Andrea Pucha, mejor conocida en el mundo del arte como Kanndie Lacoya, esto va más allá de unos movimientos considerados morbosos.

Ella es bailarina, socióloga y activista por los derechos de las mujeres. Por más de una década ha luchado para que el twerking no sea visto solo como un baile erótico o algún tipo de acondicionamiento físico, sino como la liberación del cuerpo en ellas.

Para la coreógrafa, la sociedad ha sido cegada por “los conceptos que los medios de comunicación y la industria del entretenimiento tienen de las mujeres con cuerpos perfectos y comercializables”.

Terapia rejuvenecedora

Yessenia Carrera coloca sus manos en sus rodillas y sacude las ‘pompis’ mientras se ve al espejo. Canta, sonríe con sus amigas y, al final, siente que liberó el estrés acumulado durante su trabajo.

Ella es médica y tiene 47 años. Está convencida de que el twerking llegó para salvarla de la tensión y ansiedad que le provoca una jornada dentro de la sala de emergencias. “Atender a una persona y saber que su vida está en tus manos conlleva un estrés fuerte”.

En 2022 conoció la academia de Kanndie y su rutina cambió. Ahora, pese a que sus familiares dicen que practica una danza prohibida, ella cree que ha rejuvenecido en mente y cuerpo. Su objetivo es ayudar a su profesora a desmitificar el hecho de que esta práctica sea encasillada solo en lo morboso o para dar placer a los hombres. “No bailamos para complacer a nadie, sino para empoderarnos nosotras”.

Kanndie agrega que el twerking ayuda a liberar endorfinas y es una expresión corporal con la cual las mujeres pueden decir muchas cosas sin pronunciar una palabra.

Cerca de ellas estira las piernas Melanie, de 19 años, quien divide su tiempo entre las clases de veterinaria y el meneo. Para ella, este baile le ayudó más que un psicólogo a liberar emociones reprimidas hace mucho tiempo.

Limpieza del chakra

Kanndie ha profundizado los estudios sobre el twerking y afirma que se lo practicaba en culturas africanas hace cientos de años, como parte de rituales energéticos de la fertilidad y abundancia.

La coreógrafa añade que según la filosofía hindú, sacudir los glúteos, la cadera y sobre todo la pelvis ayuda a limpiar el chakra raíz de las mujeres que, según ella, se ubica en la zona del útero.

“Las mujeres tenemos relaciones sexuales con hombres y energéticamente somos receptoras de la información que ellos transmiten”.

Kanndie asegura que dicha información puede ser negativa y no les pertenece a ellas. Por eso es importante sacudirse esa mala vibra con los movimientos del twerking.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!