Celio Vega fue asesinado. Algunos de sus vecinos afirmaron que le dispararon por robarle un teléfono celular. Otros, que lo apedrearon en la cara.

Lo único cierto hasta este martes 29 de septiembre, es que un sujeto se acercó a la camioneta que Vega manejaba, con el fin de matarlo en la entrada de su terreno. Segundos antes del crimen, la víctima, de 69 años, había gritado. Un trabajador de esa propiedad que lo escuchó corrió a ayudarlo, según la Policía.

Vega estaba tendido frente al vehículo, al fondo de una pendiente, en el barrio La Tolita, parroquia de Tumbaco, nororiente de Quito. El empleado avisó a la Policía y la noticia se regó en un chat de los pobladores.

Los moradores se reunieron en el camino empedrado por el que se desciende al terreno de Vega, el pasado 28 de septiembre. Yolanda Peñaherrera, dirigente de La Tolita, lamentaba lo ocurrido por culpa de la inseguridad. “Es un sector desolado en el que ni siquiera hay iluminación”, repetía.

La única casa es la de Vega, a la que llegaba diariamente para regar unos pequeños árboles frutales. Jalaba el agua de un riachuelo con un motor que llevaba en el balde de su camioneta. Y ese día haría lo mismo, pero un asesino se le cruzó en su camino.

Las causas

Desde lo más alto se distinguía el cuerpo de Vega, conocido por ser el dueño de un terreno lleno de tunas en la entrada al barrio El Polígono.

El cadáver estaba bocarriba, con su pierna derecha doblada y sus brazos extendidos. Su camisa celeste se tiñó de sangre así como una parte del jean. “Tenía un corte en su mejilla izquierda”, relató Luis Borja, otro habitante de La Tolita, quien miró de cerca a Vega.

Los parientes del muerto también querían verlo, por lo que descendieron en auto por el camino estrecho. Entretanto, agentes de Criminalística lo revisaban, entre ellos el teniente Daniel Padilla. En un primer informe, el oficial dijo que la víctima tenía algunos golpes en su rostro, pero no se conocía con qué le pegaron. “La autopsia revelará la verdadera causa de la muerte”.

Sin embargo, al revisar el cuerpo con mayor detenimiento se dieron cuenta de lo que realmente lo mató. Freddy Sarzosa, jefe de la Unidad de Delitos contra la Vida (Dinased), explicó que Vega fue degollado.

“El señor se bajó a quitar una cadena para ir a su terreno. Apareció una persona y le cortó el cuello”, describió el oficial. Por el momento se sospecha que actuó un solo individuo y se descartó que quisieran robarle porque todas sus pertenencias estaban completas.