Exclusivo
Actualidad

Cinco tiros acabaron con Iván Manuel Arteaga Flores. Su cuerpo quedó junto a su puesto.Miguel Canales Leon

Un comerciante fue 'carne de cañón' en el sector del camal de Guayaquil

Desde hace 20 años, el hombre que fue asesinado este viernes se dedicaba a la venta de carne y tripa de cerdos. El matón, antes de subirse a la moto en la que lo esperaba su compinche, apuntó a otros vendedores y comensales

Los asesinos de Iván Manuel Arteaga Flores, de 55 años, lo tuvieron en la mira por algunos minutos. Incluso, uno de ellos se bajó de la motocicleta negra que conducía y se paró a escasos seis metros de él, antes de descargarle cinco tiros que acabaron con su vida. Era comerciante de carnes.

El crimen ocurrió a las 08:00 de este viernes 29 de abril, en callejón 5 de Junio y calle Robles, en el sector El Camal, en el sur de Guayaquil.

El cadáver de Gordo Iván, como lo llamaban familiares y amigos, quedó cerca del puesto en donde vendía carne y tripas de cerdo.

El coronel Henry Herrera, jefe de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased), explicó que en el lugar la Policía recogió tres indicios balísticos y que los asesinos fueron directamente a su ‘blanco’.

“Llegaron dos personas en una moto y abrieron fuego directamente en contra de esta persona. La familia no quiere dar versión de lo ocurrido. Registra un antecedente en 1998 por el delito de robo”, reveló el jefe policial.

Un familiar contó que Frank tenía 20 años trabajando como comerciante de carnes en ese sector, pero que antes fue marino mercante.

Familiares del fallecido colocaron una vela en el lugar donde cayó abatido.Miguel Canales Leon

“Él no se metía con nadie, no tenía enemigos. Antes ayudó a mi esposo en el negocio. Entré un ratito a mi casa para ver algo, cuando salía escuché los tiros y vi a Iván en el piso”, comentó la allegada.

Un testigo aseguró que los sicarios dieron algunas vueltas por el sector, después se estacionaron cerca del negocio del Gordo Iván, uno de ellos se bajó de la moto y antes de disparar le dijo: “Ya te llegó la hora”.

El pistolero, en su afán de huir, apuntó a los comerciantes y comensales que se encontraban en el sitio. “Eran dos jovencitos. El que disparó habría tenido 15 años”, sostuvo. (AEB)