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¡Un timón sin capitán en la Alcaldía de Quito!
La Corte Constitucional es la única que puede resolver el ‘pito’ entre las sentencias dictaminadas para definir quién mismo manda en la capital.
El timón del barco de la Carita de Dios parece que está abandonado. Hay dos funcionarios que se disputan la capitanía y un conflicto legal de por medio en el que, según abogados, debe intervenir la Corte Constitucional.
Por un lado, está la sentencia que dictó el viernes la Corte Provincial de Pichincha en la que dejó sin validez la remoción del exalcalde Jorge Yunda. Por otro, está la resolución con fuerza de sentencia del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), que ratificó la validez de su destitución.
Yunda volvió a sentarse en el despacho de la Alcaldía y ofreció declaraciones en las que aseguró que durante su administración confió en personas que no debía hacerlo.
Santiago Guarderas, quien fue personero del Municipio por casi cuatro días, indicó que él todavía sigue siendo alcalde frente a la resolución del TCE. Añadió que agotarán todas las instancias legales y que “será la Corte Constitucional la que deberá dirimir estos fallos contradictorios”, mencionó.
Ante esto, el jurista constitucionalista Jorge Sosa dijo que Guarderas tiene dos salidas: colocar una acción extraordinaria de protección hasta 20 días de que sea ejecutoriada la sentencia de la Corte Provincial, o solicitar el cumplimiento de la sentencia al TCE.
La primera, según Sosa, demoraría mucho porque si es admitida por la Corte Constitucional habría dos fases en el proceso legal y eso demoraría más de un año. En cambio, la segunda alternativa es más viable para el abogado porque, a su criterio, el TCE es el único que puede legitimar el proceso de remoción. Si Yunda insiste en ser alcalde, “tendrían que presentar una denuncia penal por incumplimiento de decisiones de autoridades”.
Jéssica Jaramillo, abogada y proponente de la remoción de Yunda, dijo que mientras “todas las estructuras económicas y mafiosas se han movido detrás del fallo antijurídico, Quito está abandonada”.
La jurista recalcó que en la capital aumenta la inseguridad, el transporte público sigue con falencias y la calidad de vida se está deteriorando. Y “entretanto las autoridades luchan por el poder”, añadió.
Esto, sumado a la incertidumbre política que dejó la administración de Mauricio Rodas, el paro de octubre en 2019 y la pandemia, creó una falta de confianza de los ciudadanos a las autoridades, según Jaramillo, quien añadió que es momento de que el pueblo se una para trabajar en las mejores alternativas de desarrollo para la ciudad y no esperar a las autoridades.
Marcos Villalba, taxista, está de acuerdo con la abogada. El hombre contó que no sirve de nada que se peleen un puesto en la Alcaldía si la ciudad continúa despreocupada. Para él, ninguno de los que se disputan la silla del cabildo merece estar ahí. Por eso considera que se deben hacer nuevas elecciones.
Luis Segovia considera que Jorge Yunda ha sido un buen mandante y que ha cumplido con sectores vulnerables. “Él es muy querido en el sur de la capital por las obras que hizo”.
Sin embargo, Geovanna Proaño no está de acuerdo con Segovia. Ella es vendedora ambulante y afirmó que durante la administración de Yunda le han quitado plazas de trabajo. “No me importa quién sea alcalde, queremos hacer dinero”.