En una sesión extraordinaria del Concejo Metropolitano el 27 de junio de 2024, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, anunció la introducción de la "tercera placa" a partir de enero de 2025, marcando un hito en la gestión de la movilidad urbana en la capital ecuatoriana. 

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Esta innovación consistirá en un dispositivo de identificación vehicular basado en tecnología de chips electrónicos, similar a los utilizados en los sistemas de peaje de la ciudad.

Muñoz destacó que esta medida busca no solo modernizar el control vehicular, sino también optimizar el flujo de tráfico en Quito mediante la recopilación y análisis de datos precisos sobre los desplazamientos de los vehículos. 

Según Álex Pérez, secretario de Movilidad, el chip contendrá información detallada de cada vehículo, lo que permitirá gestionar de manera más efectiva aspectos como la señalización vial y la implementación de políticas de restricción vehicular como el pico y placa.

Además de facilitar la aplicación de sanciones a infractores de normativas de tránsito, la "tercera placa" también está diseñada para mejorar el proceso de revisión técnica vehicular, reemplazando el tradicional sticker por un sistema más seguro y menos susceptible a falsificaciones. Asimismo, se contempla su uso en la eventual instalación de peajes urbanos en puntos estratégicos de la ciudad, como medida adicional para regular el tráfico y reducir la congestión en áreas sensibles como el Centro Histórico.

Con esta iniciativa, Quito se posiciona a la vanguardia en la implementación de soluciones tecnológicas destinadas a mejorar la calidad de vida de sus habitantes, promoviendo un transporte más eficiente, seguro y respetuoso con el medio ambiente en la urbe andina.

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