Luego de que unas 90 personas fueran evacuadas del teleférico de Quito, la empresa responsable anunció la suspensión del servicio mientras se realizan las evaluaciones de los daños. El incidente ocurrió aproximadamente a las 13:40 del 2 de febrero, según los afectados, pero el Cuerpo de Bomberos de Quito recibió la alerta a las 17:00. Tres horas después.

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Hasta tanto, los familiares de usuarios reclamaban en redes sociales por la falta de respuesta. También circularon vídeos en los que dos chicas atrapadas en cabina mostraban que la cámara estaba apagada que “nadie se había comunicado con ellas”.

12 de las personas atrapadas estaba en las góndolas y el resto en la cumbre de Cruz Loma. Los trabajos de rescate terminaron pasadas las 20:00.

Algunos de ellos por la ayuda de comuneros de la zona que ofrecieron sus carros para bajarlos de la montaña. Jair Taimal fue uno de ellos. “Nos dieron cobijas para el frío. Se portaron muy bien”, agregó. Él y su novia estuvieron en la cafetería del teleférico.

Pamela Vargas, gerente de la empresa, comentó que se quemaron algunos módulos de comunicación y de aislamiento que impidió reanudar el equipo. Todo esto debido a la tormenta eléctrica que se registró en la zona. “El protocolo dicta que cuando hay tormentas eléctricas se debe parar el equipo y es lo que se hizo”, acotó.

Nazar, un turista ruso, comentó que cuando empezó a bajar, precisamente porque ya veían rayos en la montaña, la góndola quedó parada. “Hubo algunos intentos de arrancar la máquina, pero no se logró nada”, explicó.

Un poco más tarde, los técnicos del Teleférico se acercaron y les lanzaron mantas térmicas, puesto que las temperaturas eran muy bajas. Algo que contrastó con el clima de las semanas anteriores, debido a la falta de lluvias.

En cuanto bajaron los afectados fueron atendidos por personal del Cuerpo de Bomberos de Quito. Henry Silva, segundo jefe de la institución, comentó que se enviaron dos equipos de rescate y uno de alta montaña para evacuar a las personas. En total 28 uniformados. “Se les tomó los signos vitales para que puedan ir a sus casas. No hubo heridos, todos están estables”, agregó.

En cuanto a la demora de la notificación a las autoridades, Vargas acotó que los bomberos actuaron a la hora que fueron convocados y no antes, según los protocolos.

En 6 de julio de 2023 pasadas las 16:30 quedaron atrapadas 75 personas en las mismas circunstancias y el rescate tomó más de nueve horas. Se extendió hasta la madrugada del 7 de julio. En este entonces, el cabildo ordenó la clausura del establecimiento hasta que se realicen informes y mejoras en algunos sistemas.

La operatividad volvió en septiembre. Renán Flores, gerente de operación y mantenimiento, dijo que se ha realizado una inversión de 280.000 dólares en equipos y accesorios importados y que próximamente llegarán más por la suma de 120.000. “Se realizan mantenimientos diarios”, insistió.

En esta ocasión, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, no se pronunció como la vez pasada en la que calificó de “indignante” la emergencia.

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