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TC Televisión: “Me colocaron un explosivo en el bolsillo”
Los delincuentes buscaban a Caterva y a Stalin Baquerizo, este último se ocultó en uno de los baños del canal
El terror se apoderó de un medio de comunicación estatal. Los gritos de auxilio no eran escuchados por la ciudadanía, pero las acciones que se veían a través de una pantalla denotaba el pánico que se vivía en los estudios de TC.
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Empezaba El Noticiero, emisión de las 14:00, cuando alrededor de 12 hombres ingresaron a la estación televisiva y amedrentaron al personal que allí labora, armados de fusiles, pistolas, granadas y otros explosivos.
El reportero Jorge García contó que sus compañeros corrieron de un lado a otro y que lamentablemente un camarógrafo de estudio resultó herido de bala en una pierna.
“Entraron por el área de Gama (canal de televisión que queda junto a TC), por la garita, no violentaron las seguridades”, indicó.
Para el periodista José Luis Calderón fueron los 50 minutos más tensos de su vida, pues les pedía a los delincuentes, quienes lo apuntaban con un arma de fuego, que mantengan la calma.
“Me decían: ‘Somos la firma’ un individuo al otro lado del teléfono daba órdenes, sabía que estaba transmitiendo, que estábamos en vivo. Me apuntaron con toda clase de armas. Me colocaron en el bolsillo del saco un explosivo y me dijeron que diga al aire que la Policía no entre”, recordó.
- Se encomendó a Dios
Stalin Baquerizo, quien casi por dos décadas ha laborado para esta casa televisiva, dice que están vivos por la gracia de Dios, ya que los delincuentes mientras se tomaban el canal preguntaron por él y por otros compañeros como Mauricio ‘Caterva’ Ayora.
“Estaba en la redacción cuando Saskia Bermeo entró gritando: ‘se metieron, se metieron, la mafia’, me metí en un baño para ocultarme, escuché gritos y que buscaban por todos lados. Se identificaron como Tiguerones y decían el nombre de Caterva”.
Baquerizo escribió al grupo familiar de WhatsApp y apagó el teléfono celular. “No dejaba de orar”, recuerda.
El periodista permaneció encerrado en el baño hasta que los criminales fueron detenidos y escuchó que sus compañeros estaban a salvo.
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