Un negocio se definió a las puertas del último año de la administración de Cynthia Viteri. El Municipio de Guayaquil concretó la entrega de un servicio público, por hasta 20 años, a favor de un consorcio de capital nacional y extranjero.

El Cabildo prevé que los pasajes de la transportación pública (Metrovía y convencional) se paguen con una tarjeta universal, con la que se podrá pagar hasta Netflix, según la alcaldesa Viteri.

La tarjeta y el sistema de recaudo, que tendrá puntos de venta y recargas en paradas y quioscos, y lectores en buses urbanos, los proveerá un 'viejo conocido' de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), junto con otros actores. El consorcio cobrará un porcentaje del total de pasajes que se usaron en el sistema.

¿Cuál es el 'viejo conocido'?

Según los documentos del proceso, la convocatoria atrajo el interés de varias empresas: Idear Electrónica S. A., Mivilsoft S. A., Consorcio Sonda y el Consorcio STG (Ecuador, Colombia y una empresa europea), pero solo este último actor fue calificado para presentar la oferta económica. El resto fue descalificado “por no cumplir con todos los requisitos”.

STG está compuesto por Metrogrupsa S. A., Lenín Hernández y BPC-AG, según los documentos. En el desglose de firmas se reconoce al principal accionista de Metrogrupsa S. A., Alcolisti S. A., el proveedor estrella de la ATM de Guayaquil, de fotorradares, semáforos y otros ítems de tránsito.

El grupo empresarial tendrá asegurada su participación en una actividad económica que en el 2021 registró 56 millones de pasajeros, solo en la Metrovía. La transportación pública convencional, en cambio, mueve a 1,3 millones de usuarios por día, aproximadamente (es complejo calcular la cifra anual, porque hay unidades que no laboran todos los días), según los registros del proceso de adjudicación y fuentes.

El proceso de selección del aliado estratégico, que impulsó la entidad municipal, ha sido blanco de quejas. Otros actores económicos interesados sugieren un direccionamiento y poco tiempo para preparar ofertas.

¿Qué dicen los transportistas?

El gremio de transportistas asegura que no hubo socialización del proyecto, al que califica como "negocio redondo" por la participación que tendrá el operador del recaudo del dinero total de los pasajes diarios.  “Es inconsulto. Nunca nos reunimos para que tengan nuestro punto de vista. Nosotros solo presentamos como proyecto una caja común, algo diferente”, señaló en un comunicado la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug), al explicar uno de los motivos por los que el alcalde electo Aquiles Álvarez debería dejar sin efecto el contrato.

“Pretende imponernos un recaudo que no nos resulta oneroso. Vamos a pagar alrededor de dos centavos de dólar por cada pasajero sin ninguna ventaja. Al contrario, nos resta nuestros ingresos en medio de una irreal tarifa urbana que se acerca a los 0,52 centavos de dólar”, subrayó Cristian Sarmiento, presidente de la Fetug, quien calificó el contrato otorgado por ATM como “esclavizante”.

¿Qué dice Aquiles Álvarez? 

El burgomaestre electo en las urnas de las seccionales de 2023, quien rindió una rueda de prensa la mañana del 13 de febrero, para calificar como preocupante las finanzas del Municipio de Guayaquil, refirió a este Diario que revisará el contrato de la tarjeta única para tomar una decisión.

¿Cuál es la ganancia del Consorcio ganador del contrato en el servicio que ofrecen las cooperativas particulares en el cantón? 

El presidente de la Federación de transportistas del Guayas hace un cálculo, “al ojo”, del dinero que estaría recaudando el sistema de la tarjeta única a diario. “Por cada pasajero que paga 30 centavos, ellos se llevan dos. 

Entonces, esta empresa, cuestionada por manejar los fotorradares que lastiman el bolsillo de los ciudadanos con aparatos no calibrados, se llevaría más de 30 mil dólares diarios. Porque nuestros transportistas, con los vehículos que ellos compraron, mueven a 1,3 millones de usuarios por día”, dijo Sarmiento, quien califica a la ATM como “la caja chica del Municipio”.

Pese a que el contrato se adjudicó el 12 de abril del 2022, aún hay dudas y desconocimiento sobre este sistema que recaudará los pasajes de la transportación pública del cantón por 20 años, desde 2023. Y, en la Metrovía, por 10 años.