En Ecuador hoy se presentó por primera vez un protocolo para detectar la talla baja, un trastorno de crecimiento con impacto al desarrollo integral del organismo. Es importante detectarlo en la infancia para darle un tratamiento y seguimiento oportuno.

El 25 de octubre se conmemora el Día Mundial de las personas con talla baja por lo que esta fecha permitió la presentación de una guía nacional que busca erradicar la idea de que se trata de un problema más de una condición de salud.

El protocolo fue posible luego de el consenso médico, en el que participaron 16 especialistas. Este permitió llenar un vacío sobre esta condición poco tratada en el país. El trastorno de talla baja es un retraso crónico del crecimiento respecto a la edad. 

Diviersos orígenes

No es solo un problema de altura, sino una condición multifactorial. Puede tener origen genético, ambiental, nutricional y hasta idiopático (causa desconocida).

Esta condición puede causar repercusiones en la salud, como defectos cardíacos, obesidad, infertilidad, retraso en el desarrollo del cerebro y desafíos en el aprendizaje y otras anomalías en la formación de varias partes del cuerpo.

El estudio fue realizado por un grupo de especialistas en endocrinología pediátrica y clínica, liderado por el Carlos Solís, del Hospital del IESS de Los Ceibos, el único centro de salud pública que cuenta con una clínica especializada para tratar la Talla Baja en el país.

El protocolo de Talla Baja Provee un flujograma que orienta a los médicos de atención primaria sobre los pasos previos para solicitar la interconsulta al especialista en talla baja. 

Entre los factores que deben tomarse en cuentan está la edad ósea que se determina a partir del carpograma o radiografía de la mano, la proyección de talla del paciente respecto a evidencia genética o talla de sus padres, la velocidad de crecimiento y evolución de la curva del crecimiento respecto a la edad, el sexo y peso del paciente.

En Ecuador es escasa la información sobre la condición y de acuerdo con estimaciones de especialistas, el 5% de la población presenta trastornos en el promedio de la talla con respecto a su edad y sexo. 

“Podremos hablar un mismo idioma para llegar a un diagnóstico a tiempo... Uno de los logros es el acuerdo del uso de las curvas de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud, para evaluar a los niños entre 0 y 2 años. Posterior a esta edad, el protocolo recomienda la utilización de las curvas de crecimiento de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades”, dice Solis.