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El tacto, el examen para detectar el cáncer de próstata, no duele
Un experto señala que muchos hombres prefieren no descartar la enfermedad, antes que examinarse. Puede ser peligroso
En el 2020, en el mundo, al menos un millón de hombres fueron diagnosticados con cáncer de próstata. Según la Organización Mundial de Salud, en los caballeros, y después del cáncer de piel, es el más común.
Esta enfermedad se origina con la alteración de la morfología (forma) de las células de este órgano. Existen varios tipos de cánceres de próstata, pero el más usual es el adenocarcinoma, que afortunadamente, según explica el urólogo Román Reyes, es el que más se puede controlar. A este se le suman, en menor registro, los tumores neuroendocrinos, sarcomas y tumores de células pequeñas que, generalmente, producen complicaciones.
Reyes explica que la detección de este padecimiento debe hacerse a través de examinación, ya que es una enfermedad que en sus primeras etapas no presenta síntomas. “Cuando se tiene cáncer de próstata no se siente nada. El paciente puede creerse saludable, puede no presentar alteraciones en su orina o dolor”, explica. Sin embargo, cuando esta se manifiesta, puede generar dificultad para orinar, sangrado, alteración en exámenes de sangre a nivel renal, entre otros.
Pese a que la medicina ha avanzado, la mejor forma de detectarlo sigue siendo el tacto rectal. Muchos hombres le temen a este procedimiento que consiste en introducir un dedo, a través del ano, para sentir la forma y tamaño de la próstata. Reyes explica que es vital perderle miedo a la prueba, ya que el gel que se usa para lubricar el área tiene anestesia. “Puede ser incómodo, pero no doloroso”, asegura. A este examen se suman otros, como el de sangre y ecografías.
La edad juega un rol importante. Se suele creer que el cáncer de próstata es común en personas de entre los 70 u 80 años de edad, sin embargo, los controles deberían empezar a los 40. Estos chequeos deben hacerse cada año, para asegurar la detección temprana de la enfermedad y así poder controlarla, sin complicaciones. "Es una patología de crecimiento lento, por ende, las probabilidades de control, si es temprano, son más altas”, confirma el urólogo.
Sobre cómo evitarla, hay que tener claro que este padecimiento es de origen genético, por ende, si en el historial familiar existen casos previos, los chequeos constantes son más que obligatorios. Recuerde que comer sano, hacer deportes, evitar el alcohol y el tabaco sí influye en aminorar el riesgo de desarrollarla. Además, superar el miedo, es vital para que la visita al médico no se convierta en un evento traumático.