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Suben a 100 los muertos en el atentado del sábado con coches bomba en Somalia
El ataque tenía como objetivo el Ministerio de Educación, que se encuentra cerca de la intersección de Zobe, conocida también como K-5 y una de las más concurridas de Mogadiscio.
Al menos 100 personas murieron este sábado 29 de octubre y 300 resultaron heridas en el atentado con dos coches bomba perpetrado contra el Ministerio de Educación en la capital de Somalia, Mogadiscio, confirmó hoy el presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud.
"Hasta ahora, las personas que murieron han alcanzado 100 y 300 están heridas. Y el número de muertos y de heridos sigue aumentando", afirmó el presidente en una declaración a primera hora del domingo tras visitar el lugar del ataque.
"Nuestra gente que fue masacrada, incluidos madres con sus hijos en brazos, padres que padecían afecciones médicas, estudiantes que fueron enviados a estudiar, empresarios que luchaban por la vida de sus familias", señaló Mohamud.
En un mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter antes de acudir al lugar del atentado, el jefe de Estado culpó del "ataque terrorista cruel y cobarde" al grupo yihadista Al Shabab, afiliado desde 2012 a la red terrorista Al Qaeda.
La masacre "no puede desanimarnos, sino que fortalecerá aún más nuestra determinación de derrotarlos de una vez por todas. Nuestro Gobierno y nuestro pueblo valiente seguirán defendiendo a Somalia contra el mal", subrayó Mohamud, quien pedió a sus compatriotas que donen sangre en los hospitales para ayudar a los heridos.
El ataque tenía como objetivo el Ministerio de Educación, que se encuentra cerca de la intersección de Zobe, conocida también como K-5 y una de las más concurridas de Mogadiscio.
Según fuentes policiales citadas por los medios locales, entre los fallecidos se encuentran un comandante de policía y un reconocido periodista somalí.
"Estamos conmocionados y entristecidos por el asesinato de nuestro colega, Mohamed Isse Koonaa, quien estaba informando hoy para Universal TV", afirmó este sábado en Twitter el Sindicato de Periodistas Somalíes (SJS).
"Otros dos colegas, el reportero gráfico de Reuters y el colaborador de VOA (Voz de América) están heridos y en el hospital", agregó el SJS.
La intersección de Zobe fue el mismo lugar donde se produjo un ataque con dos camiones bomba el 14 de octubre de 2017, que mató a más de 500 personas e hirió a más de 300 en el peor ataque terrorista de la historia de Somalia.
La misión de la ONU en Somalia condenó en Twitter "enérgicamente el despiadado ataque de Al Shabab" del sábado, envió sus condolencias a las familias de las víctimas y se solidarizó con "todos los somalíes contra el terrorismo".
La embajada de Estados Unidos en Mogadiscio también reprobó en esa red social el "cobarde" ataque y reafirmó su apoyo al pueblo y Gobierno de Somalia.
"Mientras Al Shabab pierde en el campo de batalla, continúa atacando a ciudadanos somalíes inocentes", agregó la legación estadounidense.
El presidente Mohamud declaró el pasado 23 de agosto una "guerra total" para "eliminar" a Al Shabab, cuyos terroristas tomaron días antes un hotel de Mogadiscio durante treinta horas y mataron a 21 personas.
Desde entonces, se han efectuado varias operaciones militares apoyadas por Estados Unidos contra los fundamentalistas, que el pasado septiembre acabaron con "más de cien miembros" del grupo yihadista, según el Gobierno somalí.
El ataque de este sábado ocurrió cuando se celebraba una reunión nacional entre el Gobierno central y los presidentes de los cinco estados federales de Somalia con el objetivo de fomentar la coexistencia pacífica y discutir sobre la amenaza yihadista.
Al Shabab comete a menudo ataques terroristas en Mogadiscio y otros puntos de Somalia para derrocar al Gobierno central -respaldado por la comunidad internacional- e instaurar por la fuerza un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
El grupo yihadista controla zonas rurales del centro y sur de Somalia y ataca también a países vecinos como Kenia y Etiopía.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.