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La sesión del Concejo Metropolitano se llevó a cabo en el Museo del Agua.GUSTAVO GUAMAN

¡Spiderman, ‘invocado’ en el Concejo Metropolitano de Quito!

En la sesión se planteó una resolución que exhorta al alcalde Jorge Yunda a renunciar. No hubo votación. Pero sí discursos ‘pintorescos’.

Unos 30 minutos antes de que se reinstalara la sesión del Concejo Metropolitano, en el Museo del Agua de Quito, sonaba por los parlantes, bajito, la Quinta Sinfonía de Beethoven. Entonces, era imposible vaticinar que una vez iniciada la asamblea, el alcalde capitalino Jorge Yunda pediría disculpas, que un edil citaría a un superhéroe, que otro machacaría a la prensa...

Esta vez –ayer–, Yunda no mordió el anzuelo, como ocurrió el pasado martes, cuando clausuró abruptamente la sesión mientras un concejal le increpaba su supuesto vínculo en casos irregulares y chats que, además, ‘arrastrarían’ a su hijo, Sebastián.

Esta vez, Yunda se sentó en la silla, bajo paredes de cristal que provocaban un eco terrible, y expresó sus disculpas. La edil Mónica Sandoval acuñó: Quito no se “merece esto”, “hay que aceptar los cuestionamientos”, “la opción no es salir corriendo”. Sonó como un halón de orejas. Quizá no lo fue.

Inmediatamente, el concejal Eduardo del Pozo, tras hablar de su papel como fiscalizador y de recordarle que está implicado en un proceso que investiga la compra supuestamente irregular de las pruebas PCR, mencionó un proyecto de resolución, cuyo documento empezó a circular entre los representantes de los medios. En este decía al final: “Exhortar al Dr. Jorge Yunda Machado (a) que presente su renuncia al cargo de alcalde metropolitano para que pueda ejercer libremente su derecho a la defensa”.

También decía que su situación genera un “desgobierno” y que eso “afecta los intereses de los quiteños”.

Yunda, sin embargo, no dio paso a la votación de dicha resolución, luego de consultar con la Secretaría del Concejo y con el procurador del Municipio, porque esta no había sido preparada con antelación.

Luego el concejal Bernardo Abad, mucho más flexible –parecía–, le dijo que se tomara una licencia o vacaciones. Le recordó que cargaba un grillete. Que no son jueces, pero sí fiscalizadores. La edil Andrea Hidalgo le dijo que hay problemas y que la ciudad necesita una atención 24/7, soluciones, pero... ‘nanay’. Analía Ledesma, también concejala, apeló a la dignidad: “Dé un paso al costado”.

Y Yunda tomaba nota. O quién sabe.

Juan Carlos Fiallo, en cambio, dijo que la prensa juzga y emite criterios... Brith Vaca manifestó que “la renuncia es decisión del alcalde”.

Y entonces llegó lo que nadie se esperaba: “Como dijo Spiderman, un gran poder tiene una gran responsabilidad”. De la boca del concejal Luis Robles. ¡Así! Tal como lo lee. Estalló en redes.

Un superhéroe había sido invocado en el Concejo.

La sesión, en la que se abordan temas de la ciudad –sobre todo ahora debido a la pandemia–, se había destinado, otra vez, a insistir en que Yunda debe irse. “Que Dios lo ampare”, dijeron por ahí.