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La ‘sombra’ de otra masacre: Expertos en seguridad advierten posibles motines
Las consecuencias violentas podrían darse a mediano o largo plazo, afirman los especialistas. Cuatro de los cinco reos trasladados a La Roca tienen historial delictivo por asesinato y tráfico de droga.
Los cabecillas de Los Lobos y del grupo R7, bandas causantes de la reciente masacre en la cárcel de Turi, en Azuay, ya tienen nuevo ‘hospedaje’. Tras el crimen de 20 internos, durante la madrugada del domingo, las autoridades decidieron llevarlos a la cárcel de La Roca, en Guayaquil.
La medida fue aplaudida por muchas personas a través de redes sociales, sin embargo, dos especialistas en temas de seguridad y derechos humanos consultados por EXTRAdifieren con esta medida.
Por un lado se encuentra Daniel Pontón, docente del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) y analista en temas de seguridad, quien asegura que haber llevado a los líderes de estos grupos criminales, de un momento a otro, solo demuestra una falta de planificación e improvisación. “Esto va a generar un efecto, es indudable, y no creo que esto conlleve a una pacificación de las cárceles”, increpó el académico.
Agregó que lo que podría venirse es una nueva disputa dentro de Turi. Esto porque con la llegada de Los Lobos a esa cárcel, luego de las anteriores masacres, ellos controlaron aquel centro penitenciario. Ahora, con la ausencia de estos cabecillas, es muy probable que alguien quiera ese puesto.
Una opinión similar tiene Rosa Bolaños, representante legal de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh), quien aseguró que la decisión del traslado no tuvo un análisis técnico. “No existen pautas de rehabilitación que se hayan aplicado para cumplir con ese proceso y fue simplemente un tema arbitrario.
Además, las consecuencias violentas que se verían son a mediano y largo plazo. “Se está viendo un desbordamiento de la negligencia del Estado en cuestión penitenciaria”.
Bolaños puntualizó que al haberlos llevados a La Roca, donde hay otro grupo de líderes de bandas rivales entre sí, solo demuestra que a los entes estatales no les importan los privados de libertad. A su criterio se está viendo que lo que esperan las autoridades es que esas disputas las arreglen entre ellos.
De masacrado a masacrador
En la masacre de febrero de 2021, Alexander Quezada San Martín, quien figura como uno de los reos de más alta peligrosidad y que junto a otros cuatro reclusos, Eduardo Vicente Moreira Paredes, Freddy Marcelo Anchundia Loor, Marvin Rodrigo Cortez Ramírez y Juan Andrés Mejía Bermúdez habrían liderado el enfrentamiento en Turi, constaba en el listado de heridos que dejó la matanza a 34 reos en esta cárcel del Azuay.
En aquel entonces en los cuatro centros de privación de libertad donde se desató la masacre (Guayaquil, Cotopaxi y Cuenca) hubo 62 reos asesinados.
Quezada y los otros cuatro privados de libertad implicados en los asesinatos en Turi fueron trasladados la noche de este lunes hasta la prisión situada en el kilómetro 17 de la vía a Daule-Guayaquil.
Estos cinco privados de libertad son considerados por las autoridades como de alta peligrosidad y llegaron en un avión de las Fuerzas Armadas hasta la base aérea Simón Bolívar, luego fueron llevados en un bus custodiado por policías y militares hasta dicho centro de privación.
Sus fechorías
Eduardo Vicente Moreira Paredes, de 23 años, alias Gato Running, fue uno de los acusados del crimen de Freddy Joza Mejía, ocurrido el 14 de junio de 2011, en el barrio La Pradera, de Manta. Fue detenido en Santa Elena.
Anchundia Loor, por un asesinato ocurrido en febrero de 2015 en La Chorrera, zona aledaña a Pedernales. Sin embargo, también se lo procesó por la venta de droga en distintas zonas de la provincia de Manabí.
En mayo de 2021 Cortez Ramírez, quien ya registraba tres procesos por asesinato, fue vinculado a otro delito, pues lideraba una organización delictiva, dedicada a la extorsión y que operaba desde Turi. (MAG/AEB)
La Roca: ‘Hospedaje’ de narcos y asesinos
Con la llegada de los cinco privados de libertad traídos de la cárcel de Turi, La Roca volvió a habilitar sus celdas.
Esta cárcel de máxima seguridad fue construida en 2008. La administración y operación de La Roca fue entregada al entonces llamado Ministerio de Justicia en 2010. Es el primer centro que tiene tres muros exteriores que conforman la muralla del perímetro del centro de privación de libertad.
Esta cárcel porteña ‘hospedó’ al narcotraficante Óscar Caranqui, quien fue asesinado a tiros en 2013 justamente en el patio de esta cárcel denominada como de máxima seguridad.
También albergó a los hermanos Walter y William Poveda Salazar, conocidos como El Caimán y El Cubano, presos por narcotráfico y por el asesinato de dos directores penitenciarios.
Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, quien fue líder de la organización criminal Los Choneros, asesinado en diciembre de 2020, fue otro de los privados de libertad que guardó prisión en esta cárcel. En el 2013 JL y otros 18 presos se fugaron de la cárcel que en su creación prometió ser la más segura del país. (AEB)