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El accidente ocurrió la mañana del jueves 6 de agosto en el sector La Florita, en Manta.Alejandro Giler

Sintieron el fin del mundo con explosión de caldero

Un manabita y su hijo fallecieron. También un venezolano perdió la vida en el acto. Moradores de Manta aún se muestran con temor y nervios. 

La muerte los encontró juntos, la tragedia los llamaba y ellos acudieron hacia ella. Enrique Anchundia y su hijo Gabriel murieron tras la explosión de un caldero en una fábrica de Manta, provincia de Manabí.

La ‘cabeza’ de los Anchundia feneció en el acto, su cuerpo quedó entre los escombros. A pocos metros estaba el cadáver de Gregory Valero Pinto, un venezolano, de 40 años, que laboraba en la empresa de procesamiento de productos pesqueros.

Su hijo Gabriel resultó herido y en primera instancia fue trasladado hacia una casa de salud local, pero posteriormente fue derivado a una clínica de Guayaquil, donde la madrugada de hoy viernes 7 de agosto se confirmó su deceso.

Hoy, padre e hijo eran velados en el sitio La Sequita de Montecristi. Según conoció Extra, ambos acudieron a la fábrica a dejar leña y fueron sorprendidos por la explosión, incluso su vehículo resultó destruido. En cuanto al extranjero solo se supo que sus restos fueron cremados.

Para Sandra Pinargote, quien habita en la parte posterior de la fábrica, la pesadilla no ha terminado. La noche del jueves no pudo conciliar el sueño porque la mañana de ese día, ella y sus tres hijos, de 9,7 y 3 años, sintieron la muerte muy cerca.

“Yo lo que hice fue abrazar a mis hijos, pensé que era lo mismo que pasó en Beirut, creíamos que ya era el fin del mundo y no íbamos a vivir más, fue algo de terror”, narró la mujer.

Daniela Moreira también está asustada y nerviosa. Tras la explosión encontró a su pequeña niña con un palo en su barriga. Creyó lo peor, su casa de caña quedó severamente afectada.

Sentimos un remezón y un ruido ensordecedor. En pocos segundos mi casa estaba destruida, la pared virada sobre la cama donde duerme mi niña, a ella la encontré pálida del miedo, es algo indescriptible”, contó la mujer mientras señalaba la vivienda destruida.

Mercedes Cárdenas, otra residente del sector, cree que para ellos fue un milagro lo ocurrido porque si el caldero hubiera salido despedido hacia atrás, ella y sus hijos no hubieran sobrevivido para contarlo.

En su patio, varios ladrillos cayeron luego de la explosión, incluso un televisor y su techado fueron afectados.

“No estamos viviendo tranquilos, vivimos nerviosos, mi hija pregunta por qué llovieron ladrillos y cosas en el techo, ella está afectada”, lamentó.

La explosión dejó a otras 8 personas heridas, algunas de ellas en estado crítico. En el hospital Rodríguez Zambrano se encuentran Katiuska Teresa Macías, de 30 años; los venezolanos Sebastián Valero, de 18, Rebeca Vásquez Hernández, de 21 años, y Sarai Guevara Torres, de 30 años.

Otras cuatro personas están aisladas en el hospital del IESS Manta, Josmayglen del Valle Rodríguez, de 28 años; Hans Nottbohm, de 60 años; Roxana Nottbohm, de 27, y una persona que no ha sido identificada y cuyo estado es crítico.

Sonidos de intranquilidad

La causa de la explosión del caldero es investigada por agentes del Departamento Técnico de Investigación de Incendios del Cuerpo de Bomberos de Manta, quienes brindarán un informe sobre lo ocurrido en las próximas horas. No obstante, Pablo Ramírez Erazo, jefe de la Subzona Manabí Nº 13 de la Policía, dijo que "la explosión sería producto de una mezcla química que no debía haberse realizado".

De lo que se pudo conocer, y por testimonios de los moradores, días antes a la tragedia se escuchaban sonidos desde el caldero que transmitían intranquilidad.

Según las primeras versiones, el caldero explotó cuando los trabajadores realizaban maniobras del procesamiento de algún producto, tomó altura y destruyó una pared. La fuerza expansiva provocó la destrucción de otras paredes y dispersó materiales hacia los sectores aledaños.

Según las autoridades, el caldero recorrió una distancia de aproximadamente 150 metros hasta quedar en la mitad de una calle. (AG)