Diez niños llegaron con sus llamas desde varias comunidades hasta el centro de Zumbahua, cantón Pujilí, para competir en una carrera de cinco kilómetros. La expectativa era grande porque Joel Guanotuña, el pequeño que se hizo famoso en TikTok, era uno de los participantes. Todos preguntaban por él.

Pasadas las 11:00 de ayer, los pequeños y sus animalitos se alistaron para salir desde el sector Chamo. Según Freddy Guanotuña, uno de los organizadores, esta carrera se convirtió en tradicional desde la década de 1960.

“Era una costumbre que se estaba perdiendo y que retomamos, sobre todo porque los niños no han sido tomados en cuenta en las festividades”, comentó.

Antes de que los corredores monten a sus mascotas, hubo un ritual de agradecimiento a la tierra. Allí, los pequeños recibieron una limpia por parte del yachay de la comunidad.

Enseguida se alinearon en la carretera para iniciar la ansiada carrera. Joel abrazó a su llama, Benjamín, y le dijo: “Verás, tenemos que ganar”, en medio de los curiosos que le pedían fotos incesantemente.

Al cabo de cinco kilómetros y unos 10 minutos, los pequeños arriaron a sus mascotas lo más fuerte posible.

Los comuneros se acomodaron en las veredas para presenciar la competencia. Al llegar, todos se lanzaron a felicitar a los tres primeros de la competencia: Paúl Timbamlombo con Mimi, Joel Guanotuña con Benjamín y Jeferson Manotoa con Morocho.

“Le ganó con una nariz”, dijo uno de los organizadores, pues Joel lideró el grupo durante todo el trayecto.

Más que transporte

Washington Quishpe, otro de los organizadores, contó que la peculiar carrera responde a las costumbres de las comunidades andinas. “Aquí las llamas son nuestras mascotas y amigos, sobre todo cuando somos niños”, manifestó.

Este animalito siempre se asoció con los pequeños porque no soporta cargas muy pesadas. “Es el único que calcula el peso de quien lo monta. Cuando es muy pesado, no se mueve y le responde con soplidos”.

Por ello, escenas como la que se volvió viral en redes de Joel yendo a la escuela sobre su llama, son cotidianas en estas comunidades. “Muchos niños deben recorrer largas distancias para ir a la escuela y sus mascotas son su transporte”, explicó Freddy.

Esta carrera se volvió tradicional cuando la parroquia fue independiente, luego de la Reforma Agraria de 1962.

“Ayuden para las colaciones”

A tal punto llegó la fama de Joel, que la muchedumbre se aglutinó para seguirse tomando selfis. La premiación se retrasaba por la emoción de la gente.

Los organizadores tuvieron que ‘rescatar’ al niño de los flashes y una voz en el micrófono dijo: “Con la foto vaya dejando una ayuda para las colaciones de Joel”.

Esto debido al alto índice de pobreza que existe en estas comunidades. Y el hogar de Joel no es la excepción. En la carrera ganó 30 dólares. Su padre, Segundo Guanotuña, dijo que ese dinero servirá para la comida de la familia, de ocho hermanos, que vive de la agricultura.