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Siguen las labores de rescate tras el seísmo de Marruecos, donde murieron 2.862 personas
Por el momento, Marruecos ha aceptado asistencia de otros países como el Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes Unidos
Continúan las labores de rescate en Marruecos tras el terremoto que el pasado viernes sacudió la región sur del país africano, donde han fallecido a causa del sismo al menos 2.862 personas y donde equipos de emergencias internacionales trabajan para ayudar a las víctimas.
El equipo de rescate español de la Unidad Militar de Emergencias (UME), desplegado en el sur de Marruecos tras el terremoto de magnitud 7 que se produjo el viernes en la región de Marrakech, ha comenzado a encontrar cuerpos en aldeas de difícil acceso, según ha informado el comandante Enrique Bascuas Figueras, líder del equipo USAR de la UME.
Este equipo de militares, compuesto por 56 efectivos y cuatro perros, se activó el sábado y se desplegó en Marruecos el domingo, cuando se sumaron también 30 bomberos de la Unidad de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (Ericam), y otros cuatro perros.
Por el momento, Marruecos ha aceptado asistencia de otros países como el Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes Unidos.
El nuevo balance oficial de víctimas del terremoto que azotó Marruecos el pasado viernes deja 2.862 muertos hasta las 19:00 hora local (GMT+1).
Según una nota del Ministerio marroquí del Interior, a esa hora se registraban además 2.562 heridos en las diferentes regiones afectadas.
Las consecuencias del terremoto dejaron muertos en una decena de provincias, pero las más damnificadas son Al Haouz, -al sur de Marrakech y cercana al epicentro-, con 1.591 fallecidos, y Taroudant, donde ha habido al menos 809 víctimas mortales.
Los ciudadanos marroquíes están haciendo largas colas para donar sangre en una acción sin precedentes en el país después del seísmo; se han registrado 13.000 donaciones en dos días, mientras que en condiciones normales suele haber cerca de mil donaciones diarias.
Las angostas calles de la judería de Marrakech están llenas de escombros, y los habitantes se ven obligados a dormir en la calle, incluidos algunos que tienen sus casas en peligro de colapso.