Exclusivo
Actualidad

José Adrián Chóez de la O, de 31 años, murió en el acto luego de recibir los disparos que impactaron en su espalda y cabeza.Joffre Lino

Sicarios madrugaron a ‘acostarlo’ cuando salía de un bar

Los moradores de un barrio de Santa Elena se levantaron asustados al escuchar la ‘lluvia’ de tiros

“Mataron al manaba”, “fueron dos en una moto”, “se escucharon 20 tiros”, eran los comentarios de decenas de personas que la mañana del sábado 5 de febrero se agruparon en el barrio Alberto Spencer de la ciudad de Santa Elena, para observar el cadáver que yacía tendido en una esquina.

“Nos levantamos asustados, hubo disparo tras disparo y luego se escucharon gritos desgarradores. Estamos asombrados porque el barrio es uno de los más tranquilos de la ciudad”, dijo uno de los residentes.

El fallecido tenía varios impactos de bala en su cuerpo. La mayoría de los tiros le cayeron en la espalda y la cabeza. Ocurrió cerca de una cancha de básquet, donde los gendarmes hallaron 22 indicios balísticos.

La víctima fue identificada como José Adrián Chóez de la O, de 31 años, quien laboraba como chofer de un vehículo de alquiler.

Según la policía, minutos antes de su muerte Chóez habría estado en el interior de un bar clandestino que funciona en aquellas inmediaciones, pero al salir del lugar fue interceptado por los criminales.

El coronel Félix Fiallos, jefe policial en la Península, informó que el hombre estuvo en compañía de una mujer y otro ciudadano. Este último resultó herido en un brazo y una pierna y fue llevado al hospital Liborio Panchana.

“De acuerdo con el reporte de los médicos, al parecer el lesionado está fuera de peligro”, manifestó el oficial.

A dos cuadras, en la parte posterior de donde supuestamente funciona el bar clandestino, los uniformados encontraron una subametralladora de fabricación nacional y decenas de cartuchos, además de un paquete tipo ladrillo que contenía cocaína.

El asesinado no tenía antecedentes penales y sus allegados no quisieron dar detalles de lo acontecido.

Los peritos revisan las cámaras de vigilancia que existen en el sector para establecer lo que realmente pasó.

Los agentes intervinieron el bar e investigan si dentro del local se produjo alguna gresca en la que pudo estar involucrado el ahora occiso.

También indagan si el arma encontrada y la droga tiene relación con el crimen.