La investigación para determinar el motivo del crimen de una mujer, en el norte de Quito, sigue adelante. Pero, hasta el momento, se han revelado nuevos detalles previos al atroz hecho que estremeció a los habitantes de Altamira, cerca de Rumipamba.

EXTRA obtuvo un detalle preliminar sobre el hecho, en el cual se explica la forma en la que fue asesinada la víctima, de 70 años. Según la información, la señora acudía a una iglesia cristiana, cada domingo, y llegaba 10 minutos antes de su apertura.

Y este 16 de marzo no fue la excepción. El detalle policial señala que, a las 10:20, el encargado de abrir las puertas del garaje del templo, para que los fieles ingresaran, había escuchado “detonaciones de arma de fuego”.

En ese momento de confusión, la persona voluntaria de parquear los autos de los miembros del templo, se acercó corriendo y contó lo que había ocurrido. La mujer, que conducía un auto tipo jeep blanco, fue atacada por dos sujetos armados.

Los tipos se movilizaban en una motocicleta roja, quienes escaparon luego de cometer el asesinato. La adulta mayor había quedado sin vida al interior del automotor, ubicado a 16 metros, aproximadamente, de la entrada a la iglesia.

El número de disparos que recibió la mujer

Un habitante contó a EXTRA, tras lo ocurrido, que en las cámaras de vigilancia de la zona se captó a dos mujeres. Ellas caminaban por donde se encontraba la víctima, luego de lo cual se regresaron presurosas por la misma calle Pedregal. Una estaba al teléfono cuando fueron grabadas.

Al poco tiempo, llegaron los sicarios, se posaron por el lado del copiloto y arremetieron contra la mujer. Su cadáver había quedado en el asiento del conductor, según el detalle pericial, revelando así que ella manejaba el automotor.

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Cuando los agentes de Criminalística llegaron al sitio, acordonaron el área alrededor del auto blanco. Desde lejos se divisaban los impactos de bala que rompieron el parabrisas del copiloto. Y al revisar el cuerpo, se constató que los tiros llegaron a la parte torácica de la víctima.

Entre las evidencias que encontraron los agentes estaban: cuatro vainas de pistola, calibre 9 milímetros, una bala deformada. Además, los agentes hallaron un teléfono celular, a más del automóvil que conducía la señora.

Indagan si la mujer era víctima de extorsión

Una fuente policial le confirmó a EXTRA que, tras el crimen estilo sicariato, las unidades investigativas se dirigieron hasta el domicilio de la víctima. Este se ubica en una zona residencial del norte de Quito, pero no se reveló su ubicación para evitar represalias a parientes.

El perito indicó que la mujer tenía tres hijos y uno de ellos estaba en prisión. Con ese dato, la Policía indagará si ella era víctima de extorsión, información que se difundió en redes sociales, pero que no se confirmó de forma oficial.

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Hasta este domingo, el cuerpo de la adulta mayor permanecía en la morgue de la capital. La congregación que la conoció lamentó su partida violenta. Miembros de la iglesia enviaron un comunicado, en el que expresaban la tristeza por el hecho.

Por el momento, no se han registrado personas detenidas. Además, las cámaras de videovigilancia de la zona serán vitales para dar con el paradero de los dos sujetos que se movilizaban en la motocicleta roja.

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