Pasar de los 30 años es como activar un ‘modo experto’ en la vida. Sabes mejor lo que quieres en el amor y el trabajo, pero también estás más ocupado que nunca. Entre los pañales, las responsabilidades laborales y las cuentas, ¿dónde queda el tiempo para la pasión?

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Según el sexólogo Edison Pazmiño, a los 30 años ya tenemos un “patrón de comportamiento sexual” definido. Si bien superamos la pubertad a los 19, es entre los 25 y 30 cuando nuestras preferencias y deseos en la intimidad se consolidan, sabiendo con quién, cómo y cuánto nos gusta ‘cuerpear’.

Sin embargo, esta etapa viene acompañada de responsabilidades: trabajo, proyectos personales y, en muchos casos, la crianza de los hijos. Además, en las mujeres se producen cambios hormonales significativos que afectan la sexualidad.

¿Cómo afecta la lactancia en las relaciones sexuales?

“La atención se centra en el bebé, y la lactancia, que es complicada. Durante este proceso se produce prolactina, una hormona que bloquea los andrógenos, responsables del deseo sexual”, explica Pazmiño.

Por lo tanto, la comprensión y el cariño de la pareja se vuelven esenciales, aunque se tenga una ‘bendición’. Sin embargo, el verdadero obstáculo para la intimidad en esta etapa es el estrés.

Pazmiño advierte que, incluso sin hijos, la presión por alcanzar independencia económica genera ansiedad. “Muchas veces, los trabajos demandan jornadas largas, y el estrés laboral afecta la vida sexual”, señala.

La coach en sexualidad Lourdes Calderón apunta que muchas mujeres entre 30 y 40 años sienten que el sexo ha quedado en segundo plano por prioridades como cuidar de padres mayores o avanzar en sus carreras. “La mayoría me ha dicho que podrían vivir sin sexo”, comenta.

A pesar de las responsabilidades, el interés por el sexo en los hombres generalmente se mantiene, aunque de manera más controlada.

Para algunos, los 30 representan una época de plenitud y autoconocimiento, donde muchos exploran nuevas fantasías, prueban juguetes sexuales o experimentan prácticas como los tríos. Calderón destaca que la clave está en comunicarse a tiempo y buscar ayuda si es necesario para reavivar la pasión.

Consejos para un encuentro íntimo de calidad después de los 30 años

• Mantener claros los intereses y cuidar la salud mental en un contexto laboral es clave. Problemas como la eyaculación precoz, que afecta a uno de cada tres hombres, pueden empeorar con el estrés, la ansiedad y el miedo.
• Es fundamental que, si la mujer está en lactancia a esa edad, la pareja busque momentos y espacios para demostrar afecto e interés mutuo, creando oportunidades para el contacto íntimo, ya que en esta etapa es probable que ella pierda el interés sexual.
• Aborden cualquier dificultad sexual o emocional sin demora. La comunicación abierta y el apoyo mutuo son esenciales para mantener una relación sana y satisfactoria.
• Planifiquen tiempo exclusivo para la intimidad, incluso si implica ajustar agendas. Reservar momentos juntos ayuda a combatir la rutina y prioriza la conexión.

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