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¡No seas 'codo duro' con tu salud... te puede pasar factura!
Son tiempos difíciles y mucha gente reutiliza cubrebocas, bolsas y recipientes de todo tipo en el hogar. Los expertos advierten sobre los riesgos. Te damos algunos consejos
Ya sabemos que ante la carestía de la vida, ahorrar ha sido siempre una de las principales estrategias de muchos hogares ecuatorianos. Y una de las maneras para hacerlo ha sido siempre el aplicar total o parcialmente la regla de las tres erres (reducir, reutilzar y reciclar), no tanto con el fin de colaborar con el medio ambiente, sino con el bolsillo de uno mismo.
Por ejemplo, frascos, tarrinas y fundas donde vienen los productos que se adquieren en tiendas y supermercados no van al tacho de la basura sino a los anaqueles de las cocinas y repisas de baño luego de una buena lavada o limpieza.
En un país donde según el según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, la pobreza se ubica en 32,2 % y la extrema pobreza en 14,7 %, estas prácticas están llegando hoy al extremo con el uso obligatorio de mascarillas, ante la pandemia de coronavirus.
Estas prendas, que en los últimos meses de 2021 ya estaban siendo abandonadas por muchos, ha vuelto a ser exigida y demandada como en los primeros días de pandemia, debido a al aparición, a inicios de este diciembre, de la contagiosa variante ómicron. La idea es contener la expansión del virus.
"Ahora están volviendo a exigir la mascarilla en todas partes y el Gobierno pide que las usemos en todo momento ¿Por qué no las reparte a la población así como hace con las vacunas?", se pregunta María Elena García, un ama de casa que habita en el Bloque 10 de Bastión Popular.
La mujer justifica así la reutilización de las mascarillas que aplican ella y muchos de sus vecinos. Asegura que la última vez que compró estas prendas fue a fines de octubre de 2021 y desde entonces lo que hace es lavarlas para volverlas a utilizar cuando tiene que ir a alguna entidad pública o local comercial.
Pero ella no es la única. Su esposo e hijos también tienen las mismas mascarilla de tela de hace dos meses, "porque no hay plata para estar comprando siempre".
Lo que tal vez no sabe García y muchos consumidores ahorrativos, es que este producto de primera necesidad puede traerle complicaciones de salud.
Los mayores problemas de un mal empleo de las mascarillas están relacionados con molestias en la garganta, boca o nariz. Esas bacterias pueden descender a la parte baja de nuestros pulmones y producir una infección que dé como consecuencia una neumonía, afirman los expertos.
A mediados de 2020, Estanislao Nistal, virólogo y profesor de microbiología de la Universidad CEU San Pablo, España, ya advertía sobre las consecuencias de una mala limpieza de las mascarillas faciales. Decía que la gente no es consciente de la cantidad de bacterias que se van acumulando y que pueden tener un efecto nocivo para la salud.
Nistal considera que cada vez que reutilizamos una misma mascarilla "exponemos a nuestros sistema respiratorio a toda esa carga bacteriana y eso puede enfermarnos".
En Ecuador, los médicos también alertan sobre las repercusiones en la salud por la reutilización de mascarillas. Francisco Plaza Bohórquez, es uno de ellos. No obstante, dice que hay ciertas mascarillas de tela que pueden lavarse y volver a ser utilizadas, y que incluso las eficaces KN-95 pueden durar entre 3 a 5 días "siempre y cuando no se moje, porque ahí sí pierde su efectividad".
Plaza Bohórquez, quien es vocero del Colegio de Médicos del Guayas, urge a las autoridades promover la entrega gratuita de cubrebocas en sitios públicos, entre ellos los centros comerciales, almacenes y en eventos de gran concurrencia de público. Precisa que las mascarillas de tipo quirúrgicas son ideales para este plan, debido a su bajo costo y a que son descaratables.
COSTOS
El precio de una caja de mascarillas quirúrgicas, en la que vienen 50 unidades, varía de acuerdo al sitio donde se la compre. En las farmacias valen entre $ 3,50 y $ 3,80, y en un supermercado el valor va desde los $ 2,00. Para una familia de cinco personas, como la de García, esta caja debería durar no más de 10 días, a razón de una por día por cada miembro de la familia.
Las KN95, las 10 unidades, cuestan $ 2,10, de ahí que la gente de menor poder adquisitivo no las busque.
OTROS USOS QUE PUEDEN AFECTAR TU SALUD
Pero las mascarillas son solo uno de los implementos de los que se usa y abusa en los hogares. De forma inveterada, la gente ha echado mano de todo recipiente y envoltorio en el que vienen distintos productos, incluso químicos, para darles un nuevo uso.
En anaqueles y mesas de cocina de los barrios populares es común encontrar frejoles, mantecas y azúcares en tarrinas que una vez sirvieron para jabones lavaplatos; También se observa canecas en las que vienen las pinturas, siendo reutilizadas para preparar refrescos, que incluso se ofrecen a la venta en las calles.
Al respecto, la ingeniera en Alimentos, Kristel Agurto Andrade, señala que los empaques que almacenan químicos solo tienen esa funcionalidad, debido a los rastros que quedan en ellos y a las sustancias con las que se encuentran elaborados.
"El problema con estos recipientes que se desean reutilizar, surge cuando estas sustancias químicas del plástico empiezan a migrar hacia los alimentos, un proceso que se acelera con el calor, tiempo de almacenamiento y las propiedades químicas del mismo (porosidad, grosor, superficie)...", advierte la profesional guayaquileña.
Agurto, graduada en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), agrega que esto es causa de una contaminación cruzada en alimentos tipo química, ya sea por rastros que jabón o químico que puedan quedar en el recipiente y entrar en contacto con el alimento, lo cual puede causar alguna enfermedad.
A su vez, Plaza Bohórquez acota que la comida debe ser guardada o servida solamente en recipientes estériles, limpios, independientemente de la naturleza que sea y tener almacenados en sitios apopiados.