Las almas de las personas que, al parecer, murieron trágicamente en el sótano de una propiedad no quieren que los nuevos dueños ocupen dichas instalaciones.

Mario, un activista social, es el administrador de este lugar ubicado en el sector de las Casas, en el norte de Quito. Lo compró hace algunos meses con el objetivo de convertirlo en un espacio cultural. Se trata de una propiedad de 380 metros cuadrados con tres pisos, una azotea y el ‘sótano embrujado’.

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Cuando visitó este último espacio, que se había utilizado como bodega, se encontró con las ruinas de un sauna clandestino. Una piscina, un jacuzzi, un baño turco, cabinas de sudoración, bañeras y un área destinada para la lavandería forman parte de este tétrico ambiente, ideal para dar una ‘limpiadita’ y transformarlo en un lugar para exposiciones y ferias de arte.

Así lo pensó Mario, pero al iniciar las tareas de limpieza comenzó a percibir eventos paranormales. Veía sombras, escuchaba voces y, por las noches, “parecía que alguien latigaba a otra persona”.

También organizó su primera feria de arte, y algunos invitados salieron ‘embrujados’. Una artista comentó que sintió un peso sobre sus hombros y en su cabeza, mientras que una pareja le relató que su hija ha tenido pesadillas desde su visita a esa exposición.

Mario investigó más sobre este ‘sótano maldito’ y descubrió que, cuando funcionaba el sauna, era administrado por un alto oficial del ejército.

Los vecinos le contaron que originalmente era un lugar privado, al que solo podían acceder los militares. “Su actividad fue durante el gobierno de León Febres Cordero. Dicen que hacían fiestas clandestinas”, comentó el nuevo administrador.

El ‘sudadero de soldados’ se convirtió en un espacio público a inicios de los 90 y funcionó hasta finales del milenio. Desde entonces, y hasta 2017, la familia encargada del mantenimiento usó el lugar como su hogar.

En las paredes de cerámica aún permanecen los dibujos que hicieron los niños. En uno de ellos se puede ver una figura que parece un monstruo, junto a la palabra ‘Halloween’. En otros sitios también hay representaciones fantasmagóricas.

Los moradores le informaron a Mario que no se supo más de la familia luego de que abandonaron el lugar. Hasta el año pasado, este edificio fue ocupado por trabajadores de una empresa de seguridad, que lo desalojaron antes de que el activista social lo adquiriera.

El maestro en reiki, Diego Rovayo, realizó un análisis de los eventos paranormales del lugar y, según él, hay un ente maligno que no quiere salir de ahí y se enoja cuando alguien invade su privacidad.

Rovayo deduce que durante alguna fiesta prohibida, en la que se practicaron orgías, murió una mujer. “Hubo sadomasoquismo y excesos”, indicó.

Para el experto, la presencia de este ente femenino es muy fuerte, pero no descarta que haya más espíritus. Añadió que lo mejor es hacer una limpia con hierbas, velas e inciensos.

Según su experiencia, es fundamental incomodar al espíritu para que se vaya de la casa. “Hay que cerrar los portales que están abiertos”.

El maestro en reiki recomendó a Mario que, antes de que funcione la casa cultural, debe eliminar las malas vibras, porque “hay que cerrar el ciclo de las cosas negativas”.

Por lo pronto, el administrador lleva consigo algunos pedazos de salvia blanca como amuleto para contrarrestar la mala vibra.

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